Con 19 años la modelo californiana Kylie Bisutti logró alcanzar una de las metas de su vida, convertirse en ángel de la firma de lencería Victoria’s Secret gracias a concurso en el que resultó elegida entre 10.000 candidatas. Sin embargo, con el paso del tiempo lo que para ella había sido un sueño se convirtió en una auténtica pesadilla.
«Victoria´s Secret era mi mayor objetivo en la vida, es lo que siempre perseguí en mi carrera», ha declarado la joven nacida el 31 de marzo de 1990. «Me gustó mientras estuve ahí. Pero cuanto más me convertía en modelo de lencería, y lucir lencería no es ir vestida, comencé a sentirme cada vez más incómoda a causa de mi fe. Soy cristiana, estoy leyendo más la Biblia y cada vez me convence más. Pero ésta es una industria muy tentadora, he caído en demasiadas cosas en las que no habría querido caer».
Casada con Mike Bisutti, Kylie se dio cuenta que desfilar para Victoria’s Secret no la hacía feliz. «Mi cuerpo sólo debe ser para mi marido. Eso es algo sagrado. Quiero que mi matrimonio sea sagrado, porque los índices de divorcio en Estados Unidos son altísimos y quiero hacer todo lo posible para que mi matrimonio sea especial».
En más de una ocasión, Bisutti llegó a desear no haber ganado aquel premio que la convertió en uno de los ángeles de la famosa línea de lencería. Pensaba, «Dios, ¿por qué me hiciste ganar el concurso de Victoria»s Secret si me iba a sentir de esta manera? No estoy honrando a mi marido. ¡Solo quiero respuestas!».
Dos años en Nueva York hicieron que se diera cuenta “del lado oscuro de la industria de la moda”. Ella asistía a misa cada domingo junto con una de sus compañeras de piso, aunque eran la excepción. Compartían casa con una modelo bulímica que cada noche lloraba al mirarse al espejo y la propia Kylie recuerda cómo en una ocasión un fotógrafo la empujó contra la pared para tratar de besarla.
Dietas muy estrictas y largas sesiones de ejercicio para alcanzar un sueño que resultó no ser el que esperaba. «Quiero honrar a Dios y a mi cuerpo, y eso era contradictorio con el papel de mujer que sirve de modelo para otras mujeres. Una vez me estaba maquillando ante el espejo y una chica me miró y me dijo: ´Voy a comer menos para parecerme a ti´. Eso me rompió el corazón, porque no quiero ser ese tipo de persona que le dice a otra cómo ser hermosa. Miles de chicas creen que la belleza es algo exterior y realmente es algo interior».
Victoria»s Secret lo desmiente
La petición de que no dijera que estaba casada y que flirtease con todo el mundo, unas fotos suyas que acabaron en una página web porno y sus trabajos para Maxim y FHM, hicieron que sintiera que “estaba vendiendo sexo”. Fue el momento de ‘colgar sus alas’ y actuar contra una industria que ella denunciaa convierte a las mujeres en objetos sexuales.
«Me estaban pagando por quitarme la ropa y posar provocativamente para estimular a los hombres. Ya no se trataba de ser una modelo de ropa, me sentía como un trozo de carne», ha señalado la modelo que recuerda como en 2011 en una sesión de fotos para una revista el fotógrafo le indicó que se subiera más la camiseta. «Hazlo cómo si no llevases ropa interior, es lo que hacen las modelos de Victoria´s Secret. Si quieres ser como Gisele, esto es lo que debes hacer», le dijo.
Kylie acaba de publicar el libro ‘No soy un ángel. De modelo de Victoria»s Secret a modelo de conducta’, tiene un blog, y ofrece charlas y conferencias en Estados Unidos en las que denuncia el uso del photoshop, recomienda llevar una dieta equilibrada, ofrece consejos espirituales, y ayuda a luchar contra el acoso escolar entre otras cuestiones. “La belleza no es nuestra apariencia, sino lo que hay en nuestro corazón”, asegura la joven californiana que ahora vive junto a su marido en Montana donde colabora con su comunidad cristiana.
En la multinacional Victoria´s Secret no han sentado bien las palabras de su exmodelo y han redactado un comunicado en el que señalan que «la señora Bisutti se ha inventado declaraciones en cuanto a su breve relación con Victoria´s Secret. En 2009 ella ganó un concurso para aficionadas, participó en una sesión de fotos y no ha trabajado para nosotros desde aquel año. Ella habla repetidamente de una relación que simplemente no existió».
Bisutti relata en su libro diversas anécdotas, confesiones y sentimientos, y cómo conocer a Mike, su marido, también cristiano, cambió su vida. De hecho se dio cuenta que para ella ser buena esposa y desfilar para una firma de lencería eran dos aspectos incompatibles. Además, según Kylie, Victoria’s Secret aconseja a sus modelos no hablar de sus relaciones a menos que estén casados con un famoso, como es el caso de Miranda Kerr con Orlando Bloom. Ahora, ademásm también está a punto de lanzar su propia línea de ropa «cristiana y decente».