El color, las formas y la provocación del arte del artista catalán Josep Puigmartí (Monistrol de Calders, Barcelona, 1932) volvió a impresionar hoy en Pekín, ocho años después de que las obras del creador pisaran por primera vez el país asiático.
Aunque no en persona, pero sí a través de una grabación, el propio artista dio la bienvenida al público chino a su exposición «La historia de los ojos», que se inauguró hoy en el Museo del Milenio de la capital china, donde otros artistas españoles -entre ellos, el castellonense Joaquín Ripollés- han expuesto.
«Os doy las gracias por venir y os invito a que vengáis a Sitges, donde podréis conocer mejor mi arte», señaló el catalán ataviado con sus tradicionales gafas de sol y su gorro de vaquero.
La muestra, impulsada por la Embajada de España en Pekín, la Generalitat, el Instituto Ramon Llull y Orsay Fine Arts, se enmarca en la celebración del establecimiento de las relaciones diplomáticas China-España e intenta impulsar el conocimiento sobre el arte de «maestros» españoles como Puigmartí, más allá de Dalí o Picasso.
«No nos gusta repetir. Queremos dar a conocer más arte de España además de los grandes y ya conocidos, y el de Puigmartí es muy impactante para el público chino», comentó a EFE el vicedirector del citado museo, Ma Chenfeng.
Las fotografías que tomaban los asistentes chinos a la exposición o los comentarios alrededor de las 115 pinturas y las 15 esculturas expuestas avalan el conocimiento de Chenfeng sobre el gusto de sus compatriotas.
«Tienen mucho colorido. Nos ha impresionado», señaló a Efe una señora mayor llamada Chang Yu Lan, quien no conocía hasta el momento ningún autor español más allá de los «clásicos».
Otra joven, Meng Di, destacó el «dramatismo» y la «fuerza» de las pinturas de Puigmartí, pero también de sus esculturas.
«Parece un artista bastante loco, que se deja llevar por sus emociones», destacó otra joven, Luo Yao, móvil en mano y mostrando una de las instantáneas que se había podido hacer con uno los cuadros.
Y es que, como destacó uno de los expertos presentes en la inauguración, Sun Guosheng, el arte del catalán es «muy poderoso, provocativo y capta al público en seguida».
De ahí que haya vuelto a China, según explicó a Efe el presidente de Orsay Fine Arts, Cyril Boisson, encargado de traer la muestra: «La respuesta que tuvo su primera exposición fue impresionante. No nos han dejado de insistir para que volviéramos, y así lo hemos hecho».