«Pienso que, quizás, sí vamos a tener más peso para futuros campeonatos. Porque cada vez que coges medalla, ya te piden como mínimo ser finalista o estar muy cerca», aseguró Terrero, ante varios medios congregados en la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
«Estoy muy contenta, sobre todo porque no me lo esperaba. Y la verdad es que estoy superfeliz», indicó la velocista tras su aterrizaje en la capital de España.
Terrero aprovechó para rememorar la prueba que le valió el subcampeonato europeo. «La final fue un poco difícil porque el 400 en pista cubierta es una competición sobre todo de estrategia; hay que pasar muy rápido el primer 200 para ubicarse bien, te empujan, te dan codazos, te tiran al suelo, etc. Yo por fortuna salí bien», comentó.
La atleta también evaluó la cosecha del equipo español en Praga, aunque restó importancia al escaso bagaje. «Dos medallas me parece bien. Me gustaría que hubiésemos tenido más medallas; pero si no ha sido posible, no pasa nada», señaló.
Volviendo al plano individual, Terrero remarcó sus siguientes metas. «Ahora el objetivo es hacer la mínima para el Mundial de Beijing y luego para las Olimpiadas, que es ya lo máximo», concluyó.