A pesar de los esfuerzos de Alberto Chicote por sacar a flote a los restaurantes en apuros que llegaron a él pidiendo ayuda, cuatro de los doce locales de la primera temporada de »Pesadilla en la cocina» han tenido que cerrar.
El primero fue el restaurante Domine Cabra, que bajaba las persianas pocos meses de pasar por »Pesadilla en la cocina». El local de cocina tradicional gallega tenía graves problemas económicos y de higiene en sus intalaciones. El dueño, Óscar, era incapaz de controlar a sus trabajadores, que incumplían sus horarios y fracasaba en su intento de entretener a los clientes con monólogos. La dejadez de la cocinera y los trabajadores provocó que el mismísimo Chicote vomitara en plena grabación al no poder aguantar el asco que le producía lo que se iba encontrando en su intento por salvar un negocio que se veía desde el inicio que terminaría cerrando.
El segundo fue el Nuevo Da Vinci. Y es que según explicaba Chicote, su dueño, Rafa, no supo aceptar sus consejos. «Su hijo estuvo al frente del local un tiempo pero terminó harto y decidió marcharse. Ante esto, tuvieron que cerrar porque no había forma de salvarlo», decía el chef durante la presentación de la segunda temporada de La Sexta. Por su parte, el mismo Rafa criticaba duramente al cocinero asegurando que su visita no había hecho más que empeorar su situación. «Nadie quiere comer arroz cocinado al sarmiento, su visita no ha servido para nada», decía el ex restaurador.
En el último programa emitido de la primera temporada de »Pesadilla en la cocina», Chicote ayudó al »Dómine Cabra», un restaurante madrileño con solera que estaba dirigido por Fernando,un empresario que había llevado el negocio a lo más alto pero que no había sabido avanzar con los nuevos tiempos. El dueño fallecía poco antes de la emisión del programa y el restaurante terminó cerrando sus puertas.
El último, el Osaka
Hace sólo unas semana conocíamos la noticia del cierre del cuarto establecimiento, el restaurante de cocina japonesa Osaka. El local había sido el protagonista de la octava entrega de »Pesadilla en la cocina» y sus dueños habían pedido ayuda a Chicote porque a pesar de estar asentado en una buena zona de Málaga, tenían dificultades para encontrar clientela.
Chicote intentó que Ángel, caracterizado por su falta de seriedad y madurez, pudiera sacar adelante un restaurante que era de sus padres hasta que se separaron. Pero ni él ni el resto del equipo lograron superar las numerosas dificultades que se les pusieron por delante.
Gran éxito de audiencia en La Sexta
»Pesadilla en la cocina» acaba de concluir su segunda temporada en La Sexta con gran éxito de espectadores y tras el verano se comenzarán a grabar nuevos programas para una tercera entrega. El programa que lidera el chef Alberto Chicotese estrenó el 25 de octubre de 2012 y lograba un 13,7% de audiencia, lo que supuso que 2,8 millones de personas estuvieron frente a la televisión. Fue el estreno con más audiencia de la historia de La Sexta.
La primera temporada de »Pesadilla en la cocina», de la que se grabaron doce programas, se saldó con una audiencia media del 11,9%, duplicando prácticamente la audiencia media de La Sexta. La actual segunda temporada del programa conducido por Alberto Chicote ha terminado con una media del 12,7% de cuota de pantalla.