Windows XP no morirá el 8 de abril, o al menos no lo hará en Gran Bretaña y Holanda. Ambos países han firmado varios acuerdos con la compañía Microsoft para que mantengan vivo a este sistema operativo en el marco de un programa de soporte personalizado.
El miércoles pasado, el Gobierno británico anunciaba el pago de cerca de 9,1 millones de dólares (6,62 millones de euros) a Microsoft por un soporte continuado de todos sus clientes del sector público en Windows XP, Office 2003 y Exchange 2003 durante 12 meses.
Por su parte, el Gobierno holandés se sumaba al carro el viernes firmando un convenio «de varios millones de euros» con Microsoft para obtener un soporte personalizado de XP en más de 30.000 ordenadores del sector público del país.
Esos acuerdos podrían convertirse en un punto de partida de un nuevo pacto ejecutado por EEUU con Microsoft. A pesar de que ya han pasado seis años desde que Windows anunciara el fin del soporte del sistema operativo, el gobierno estadounidense dispone todavía de un gran número de sistemas que ejecutan Windows XP, incluyendo los equipos de redes sensibles y sistemas embebidos y hospitales.
No obstante, Microsoft ha asegurado que estos convenios no deben significar que los organismos del sector público pospongan sus planes de migración de este sistema operativo. «Muchas organizaciones han realizado importantes progresos en el paso a un sistema operativo antiguo a uno moderno mitigando con éxito los riesgos de Windows. Sin embargo, otras no se han movido fuera de Windows XP”, aseguraba un portavoz de Microsoft.