Whatsapp ha vuelto a difuminar, un poco más, los límites de la privacidad. La versión beta de esta aplicación de mensajería instantánea ya permite trackear a tus contactos y saber su geolocalización en todo momento. La opción aún no está disponible para todos los usuarios pero llegará pronto y gracias al usuario de Twitter WABetaInfo hemos podido ver cómo funciona:
Un mapa te mostrará dónde estás tú y dónde se encuentran tus contactos. Sí, podrás decidir con quién compartes esta información y durante cuantas horas. Jefes que dudan de sus empleados, novias suspicaces y hombres controladores están de enhorabuena, pero también padres con hijos que van solos al colegio o gente que coje el coche durante horas y no puede hablar mientras conduce. La polémica no es solo un «sí o no» a esta funcionalidad de Whatsapp, son dos modelos de vida, control, seguridad y educación de futuras generaciones que se ponen sobre la mesa.
Estas son los principales escenarios a favor o en contra de la geolocalización en tiempo real.
Localización como elemento de seguridad
- Niños que van al cole solos: ¿A qué edad empieza la libertad de movimiento de un niño? Los menores empiezan a ir solos al colegio a diferentes edades. Lo normal es que con 12 años ya hagan el camino de ida y vuelta en autobús, metro o andando hasta la escuela. Si es un pueblo y no una gran ciudad incluso menos. Estas tecnologías permiten a los padres saber dónde están sus hijos, si han llegado bien o si han tenido algún problema por el camino. Como la plataforma permite compartir tu ubicación con los contactos que quieras pueden hacerlo solo con sus padres.
- Adolescentes problemáticos: Sin duda el principal argumento para este tipo de aplicaciones es la seguridad de los menores. También de aquellos que engañan a sus padres o están teniendo problemas en el colegio. A través de la geolocalización en tiempo real, un padre puede saber si su hijo está o no dentro de clase o si le ha dicho que se va a casa de un amigo a dormir, pero en realidad está en la calle de madrugada.
- Quedar con amigos impuntuales: Otra de las opciones que permitirá Whatsapp es compartir tu ubicación con todo un chat de grupo. Es decir, ocho amigos, que han quedado a una hora en un bar y todo el mundo llega tarde menos tú. Puedes ver en el mapa cuánto le queda a los demás para llegar a tu ubicación y saber si alguno te dice «estoy en la esquina» y en realidad aún no ha salido de casa.
Localización como arma para el control
- Violencia de género y control: Whatsapp es una de las redes sociales junto a Facebook que más conflictos sobre el control produce en los adolescentes. «Me has leído y no me has contestado», «por qué estabas ayer conectada a las tres de la mañana», «quién es este chico con el que sales en una foto». Son frases recurrentes en una relación sentimental de control. Según un estudio de la universidad Complutense de Madrid, un 25% de las mujeres de menos de 20 años dice que su novio o exnovio la vigila a través del teléfono. Un 14% de los hombres asegura controlar a su pareja. La geolocalización es un elemento más de control que reduce la intimidad de las personas. Esta nueva función puede ser una nueva arma para la violencia de género.
- Coartar el desarrollo de los jóvenes: La privacidad es básica en el desarrollo de los jóvenes. Los padres deben crear con sus hijos una relación de «confianza», es decir confiar en que sus hijos les dicen de verdad dónde y con quién van. Este tipo de localización en tiempo real supone que los padres no confien en sus hijos, sino que les controlen y castiguen las mentiras, que serán más fáciles de «pillar». Los estudios demuestran que la adolescencia es el momento de crecimiento personal y la intimidad de los menores indispensable para que puedan ser ellos mismos.
- Control en el trabajo y hackeos: Pero ya no es una cuestión solo de los jóvenes, sino que puede ser un problema también para los adultos y su vida personal y profesional. La legislación no contempla actualmente hasta qué punto puede exigirse desde el puesto de trabajo un control a los empleados. ¿Puede tu jefe pedirte que compartas tu localización cuando estás en un viaje de trabajo, atendiendo un evento fuera de la oficina o de baja por enfermedad? En algunos países como Francia ya se está regulando el uso del móvil a partir de la hora de salida de trabajo, quizá debería empezar a regularse también el uso de las nuevas tecnologías en este sentido. ¿Y qué hay de los hackeos? Whatsapp es una aplicación encriptada pero que puede ser intervenida y, aunque la función de localización esté desactivada, puede ser una puerta de entrada a los hackers que podrían saber dónde estamos en todo momento.