El grupo de homicidios de la Policía Nacional sigue investigando el triple crimen perpetrado ayer por la tarde en un despacho de abogados del madrileño barrio de Usera en el que murieron dos empleadas y un cliente.
Mientras, hoy se practicará la autopsia a los tres cadáveres, que fueron trasladados anoche al Instituto Anatómico Forense de la capital.
Por el momento, los investigadores no descartan ninguna hipótesis sobre el móvil del triple asesinato cometido en el despacho de un abogado peruano que fue fiscal en su país, donde llevó casos de secuestros y narcotráfico.
El dueño del bufete, que tramita fundamentalmente casos de extranjería en un barrio elegido por latinoamericanos y chinos para vivir, no se encontraba en las oficinas en el momento del suceso.
El propietario fue interrogado ayer por los agentes.
Aunque los cuerpos estaban parcialmente quemados porque el supuesto autor o autores prendieron pequeños fuegos previsiblemente para borrar huellas, la primera inspección reveló que una de las empleadas había sido degollada, la otra presentaba un golpe en la cabeza, y el cliente, de nacionalidad ecuatoriana, había recibido un hachazo en la cabeza.