La actividad gripal casi se ha triplicado en España en apenas una semana alcanzando una incidencia de 88,90 casos por cada 100.000 habitantes, con lo que se supera por primera vez el umbral basal fijado para esta temporada (58,52 casos) y se inicia la onda epidémica, según el Instituto de Salud Carlos III.
El último informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica de este organismo, relativo a la semana del 5 al 11 de enero, muestra una «creciente» evolución de la actividad gripal en la mayor parte del territorio sujeto a vigilancia, lo que hace que casi se triplique la tasa de 31,23 casos registrada la semana anterior.
Las tasas de incidencia de gripe superan esta semana el umbral basal en siete redes centinela (Andalucía, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Navarra, Melilla), mientras que en Madrid y en Asturias se había superado a finales del año pasado.
En concreto, la comunidad más castigada es Asturias, con 270,8 casos por 100.000 habitantes, seguida de Castilla-La Mancha (166,4), Extremadura (165,6), Cantabria (119,7), Canarias (109,1), La Rioja (108,8) y Andalucía (97,6).
Ya por debajo de la media nacional estarían Navarra (80,2), Madrid (77,1), Ceuta (72,3), Melilla (66,5), Castilla y León (56,9), Cataluña (51,7), País Vasco (50,7), Comunidad Valenciana (42,2), Aragón (32,3) y Baleares (21), mientras que en Galicia, según su propio sistema de vigilancia, la incidencia está en los 260 casos por 100.000 habitantes y Murcia tiene una incidencia muy baja.
En todos los grupos de edad se observa un incremento significativo de la incidencia de gripe, con las mayores tasas de incidencia de gripe en los menores de 15 años. No obstante, el Carlos III destaca el aumento observado esta semana en la afectación de la enfermedad en adultos jóvenes y mayores de 64 años.
Pese a estos datos, por el momento no se han notificado brotes por virus de la gripe desde el inicio de la temporada, periodo en el que se han confirmado un total de 45 casos graves hospitalizados confirmados de gripe y tres fallecimientos.
El 69 por ciento de estos casos graves se concentra en los mayores de 44 años, y un 67 por ciento presentaban factores de riesgo de complicaciones de gripe, siendo los más prevalentes la inmunodeficiencia y diabetes (23%), enfermedad pulmonar crónica (21%) y enfermedad cardiovascular (14%). Además, hasta el 63 por ciento de los pacientes susceptibles de ser vacunados no había recibido la vacuna antigripal de esta temporada.
Este repunte en España no coincide con la situación registrada en el resto de países de Europa, donde la actividad gripal es todavía baja pero la temporada parece que ha empezado. En América del norte, por su parte, se sigue observando un aumento de la actividad gripal asociado a la circulación del virus A/H3N2, al igual que en Asia oriental, mientras que en África se asocia a la circulación del virus B.
El ECDC contabiliza hasta 40.000 «muertes prematuras» asociadas a esta infección en Europa cada temporada.
La mejor forma de prevenir la gripe es la vacunación; su efectividad oscila entre el 40 y el 80%. La composición de la vacuna varía cada año en función de las cepas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y para esta temporada son las siguientes: cepa análoga a A/California/7/2009 (H1N1); cepa análoga a A/Texas/50/2012 (H3N2), cepa análoga a B/Massachussets/2/2012-like virus, lo que supone un cambio en una de las cepas del virus A respecto a la temporada anterior. De momento, la mayoría de los virus que están circulando son A(H3N2) e influenza B.
Consejos:
Lavarse las manos frecuentemente: Las gotitas que se expulsan al estornudar, toser o hablar pueden quedar en las manos y en ellas el virus puede sobrevivir unos minutos.
Limpiar las superficies de contacto: Las gotitas pueden también depositarse en pomos, teléfonos, interruptores, cubiertos…
Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel y desechar este pañuelo a continuación.
Evitar el contacto cercano (besos y abrazos) con personas que tengan gripe.
No compartir vasos, cubiertos y otros objetos que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones.
Evitar los locales cerrados o con aglomeraciones, ya que son lugares de fácil transmisión del virus gripal.