En este tipo de pacientes que sufren parafilias hay que aplicarles un tratamiento que, según explica este médico «disminuya su potencia sexual, sus impulsos y que consiga estabilizar su estado anímico». «Son una serie de tratamientos combinados que suelen funcionar y que el paciente los tiene que tomar de por vida, aunque en algunos casos se puede reducir la dosis con el tiempo», explica Fuertes y recuerda que el tratamiento tiene «importantes efectos secundarios».
«Este tratamiento bloquea las hormonas sexuales y frena los impulsos. Garantiza a un porcentaje elevado de pacientes, que si toman la medicación no reincidirán porque se les quitan los impulsos y la medicación actúa como una camisa de fuerza», apunta.
Respecto a la conducta de estas personas, el médico explica que viene «determinada casi siempre por una alteración genética a la que hay que añadir una alteración en la eduación infantil».