Tan sólo dos minutos de presentación y contestar a ocho preguntas han servido a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato para dar las últimas informaciones acerca del protocolo y seguimiento sobre el virus del ébola.
La ministra convocó una reunión monográfica del pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) con las comunidades autónomas para informar de las actuaciones que se está llevando a cabo frente al virus ébola y de su intención de reforzar los protocolos de actuación ante posibles contagios.
Mato ha hablado dos minutos para dar paso a Pilar Zarza, secretaria de Estado de Seguridad para hacer un llamamiento a la ciudadanía de «tranquilidad» ya que «los servicios sanitarios cuentan con los medios y el personal adecuado para que esto no vuelva a suceder en nuestro país». Así ha hecho un llamamiento a medios e instituciones «para evitar situaciones que pudiesen generar alarma injustificada».
Zarza ha informado que ante la alarma generada «es necesario desarrollar una política informativa y proseguir con la investigación. Nos comprometemos a profundizar en un marco de colaboración que es lo principal, por ello destacamos la importancia de la creación de un comité interministerial de caracter tranversal así como de un comité científico que ayudará a este comité especial».
La secretaria ha explicado que la aplicación de estos protocolos responde a las directrices que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE) así ha asegurado que trasladan su compromiso de apoyo a estas instituciones que operan en los países africanos.
Mato ha contestado a las preguntas de los periodistas y ha asegurado que «sólo sé del estado de salud (de Teresa Romero) por lo que publican los medios», y tras insistir por parte de los periodistas ha señalado que lo conoce pero su familia ha pedido que no se haga público y los que deberían de anunciarlo siempre es el personal sanitario.
También ha advertido que «este Gobierno junto a las Comunidades Autónomas están haciendo lo correcto para evitar cualquier riesgo para los ciudadanos».
«Máxima transparencia»
Ante se gestión ha señalado «maxima responsabilidad, seguridad, transparencia y colaboración». El encuentro comenzó a las 16.00 horas en la sede del Ministerio y se analizó el estado de salud de la auxiliar de Enfermería Teresa Romero, por el momento única infectada por el virus en España. En él se ha propuesto la revisión de los protocolos de actuación ante posibles contagios para catalogar como «personal de riesgo» a cualquier profesional sanitario que entre en contacto con un paciente infectado.
Este cambio conllevaáa un seguimiento «proactivo» a la hora de medir su temperatura corporal de cualquier médico o personal de Enfermería que haya estado en contacto con un paciente confirmado, según se lo comunicó este jueves Mato a los grupos parlamentarios de Congreso y Senado.
De este modo, se hará un «contacto diario y continuo» a estos profesionales través de una llamada «directa», al margen de que el personal deba informar de posibles síntomas como ya se hace hasta ahora, precisó el jueves Rubén Moreno, portavoz de Sanidad del PP en el Congreso.
«El seguimiento se haría de forma proactiva, aunque no tengan el riesgo, lo que supondría una protección superior a la que ya hay», ha defendido, recordando que los protocolos actuales son internacionales pero «están para mejorarlos».
El objetivo de la ministra es proponer este cambio de los protocolos a las comunidades y también a la Unión Europea, para que todos los países lo apliquen en caso de posibles contagios.
No obstante, se comenzaría a aplicar ya con todos los profesionales sanitarios que han estado en contacto con un enfermo de ébola en España, tanto con la auxiliar de Enfermería que permanece ingresada en el Hospital La Paz-Carlos III como con los que atendieron al misionero Manuel García Viejo, ya que todavía no han pasado los 21 días de vigilancia desde su fallecimiento.
De hecho, ha recordado Moreno, de los 56 contactos a los que actualmente se está haciendo seguimiento «la mayoría» son profesionales sanitarios.
Asimismo, en ese cambio de protocolos Sanidad también ha anunciado que ha bajado la temperatura corporal que se considera de riesgo en caso de un contacto con un paciente infectado, que actualmente estaba en 38,6 y ahora pasará a 37,7 grados.
Siete ministerios, científicos, médicos y expertos
El comité especial para la gestión en España del ébola tras el primer contagio de una paciente de esta enfermedad fuera de África estará presidido por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, e integrado por los siguientes miembros:
– La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, así como los miembros de su equipo que designe en cada momento, en atención a las circunstancias sanitarias que lo requieran.
– Un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, que se encargará de coordinar las relaciones y las tareas del departamento y de sanidad exterior con la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la Unión Europea (UE) y con el resto de actores internacionales.
– Un representante de los Ministerios de Defensa, Interior, Presidencia, Justicia y Economía y Competitividad (la representante será la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación en este último departamento).
– Un delegado del Gabinete del presidente del Gobierno.
– Representantes de la Consejería de Sanidad madrileña y de los Servicios de Información de la Comunidad de Madrid.
– El presidente del Comité Científico sobre la enfermedad del virus del Ébola, que se constituirá de forma inmediata.
– Un representante del Hospital Carlos III, que depende del Hospital Universitario de La Paz.
Según explica la referencia del Consejo de Ministros, se trata de una composición flexible, de modo que se podrá convocar a sus reuniones a otros representantes, tanto de la Administración General del Estado como de otras comunidades autónomas, de las ciudades con Estatuto de Autonomía, de entidades locales o de actores del sector privado.
Asimismo, se citará a aquellas personas que por su condición de experto o por su labor en el asunto se consideren oportunas en cada momento.
La tarea de este comité será coordinar medios y recursos; promover la cooperación «interinstitucional e internacional»; establecer protocolos de política informativa para la máxima transparencia a la sociedad y a los profesionales de la información, y analizar, tanto la planificación existente, como toda la actuación europea e internacional en el ámbito del control de la enfermedad.
Veintiseis minutos en cinco días
La ministra de Sanidad se enfrenta no sólo a una lluvia de críticas por su gestión en la crisis sanitaria sino también por sus intervenciones ante los medios de comunicación.
En los cinco días transcurridos desde que se confirmase que los análisis a la auxiliar de enfermería Teresa Romero, la ministra apenas ha empleado apenas 26 en informar sobre el primer contagio de ébola en nuestro país.
La primera intervención de la titular de Sanidad fue el lunes, dos horas después de que se conociese la enfermedad. Aquella rueda de prensa duró poco más de 20 minutos, de los cuales, la ministra sólo utilizó nueve. El resto, fueron empleados por los especialistas sanitarios de los que se hizo acompañar en la comparecencia, Teresa Fernández Vinuesa, directora general de Salud Pública; Rafael Perez Santamaría, director gerente de la Paz, Antonio Alemany, director general de Atención Primaria de la CAM, Jose Ramón Arribas, responsable enfermedades infecciosas La Paz, Francisco Arnalich, jefe de medicina interna de la Paz y Yolanda Fuentes, subdirectora general del hospital Carlos III.
Fue un discurso escrito, en el que Mato se limitó a reiterar un mensaje: la preocupación del Gobierno estaba centrada en localizar el origen de la infección y en verificar si se habían cumplido los protocolos. No proporcionó más información más allá de estos asuntos, y pese a la insistencia de los periodistas, sólo se limitó a capear una posible dimisión. “Aquí estamos para otras cosas”, sorteó.
Nerviosa, con la mirada baja y tomando notas, derivó incluso las preguntas que iban directamente dirigidas a ellas.
Ante la falta de información, la expectativa recayó el miércoles en la sesión de control en el Congreso. Pero entonces, Mato resolvió el tema en apenas ocho. Transparencia y coordinación fueron entonces las palabras clave de un discurso, también preparado, del que los diputados socialistas no consiguieron sacarla.
También sin dar apenas datos, la ministra se limitó a defender una gestión que ya por entonces estaba muy contestada. Explicó que compareció ante los medios «inmediatamente después» de confirmarse el primer caso de contagio, informó de la creación de «una comisión de seguimiento” y también de una próxima comparecencia en la Cámara, solicitada por ella. “Comparecí públicamente para explicar a los ciudadanos con absoluta transparencia”, insistió.
Del guión pautado sólo se salió pedir a la oposición que no crease “alarma” y después, ya en pasillos, apenas se detuvo durante tres minutos con los periodistas para afirmar que “el riesgo de contagio es muy bajo”.
La ministra no ha vuelto a comparecer hasta hoy en una rueda de prensa en el ministerio de Sanidad. Ha sido, de nuevo, una intervención marcada de por las prisas. en la que apenas ha dedicado dos minutos para asegurar que “se han cumplido todos los protocolos” y que se bajará el umbral de fiebre para reforzar el seguimiento. Después, en cuatro minutos, resolvió las preguntas de los periodistas, en las que ha llegado a asegurar que del estado de la auxiliar se entera “por los medios de comunicación”.