La archidiócesis de Bombay, en el estado indio de Mumbai, lanzó el pasado domingo 27 de enero, en la catedral del Santo Nombre, la campaña «37 millones de diyas” (luces) a favor de las mujeres víctimas de la violencia y también por las “que están ausentes» por aborto, infanticidio o falta de cuidados, según la agencia Eglises d’Asie.
Dicho domingo, a la llamada del cardenal Oswald Gracias, todas las parroquias de la archidiócesis encendieron millares de velas y de lámparas de aceite entre las 19 y las 20 horas, durante las celebraciones de oración en memoria de los 37 millones de víctimas “sacrificadas” en la India «únicamente porque eran mujeres».
Acompañada de un videoclip de cuatro minutos, la campaña de sensibilización hecha por la Comisión para las Mujeres de la archidiócesis, bajo la tutela de monseñor Gracias y de la Conferencia Episcopal de la India (CBCI), denuncia la constante violencia que se abate sobre las mujeres en este país.
La cifra de 37 millones, escogida por la campaña, se refiere a la diferencia entre hombres y mujeres que mostraba el último censo de 2011. India sufre una de las desproporciones hombres/mujeres mayores del mundo, y ocupa el cuarto lugar de los países donde la condición femenina es de las más despreciadas.
«Estas 37 millones de diyas, que arden por la noche, simbolizan a todas las mujeres víctimas de este verdadero genocidio que es la vergüenza de la India», declaró el arzobispo, Oswaldo Gracias, según el semanario de la archidiócesis The Examiner. «Pero estas diyas también simbolizan la Luz divina que dispersa las tinieblas y ofrece la esperanza de una nueva vida aportada por Jesús a través de su Iglesia», añadió el cardenal.
La campaña de la Iglesia católica de Bombay ha sido consecuencia de la ola emocional sin precedentes que ha suscitado la muerte de una joven estudiante el pasado mes de diciembre, a consecuencia de una violación colectiva.
La extrema crueldad del suceso, como lo califica dicha agencia, actuó como electrochoque en el seno de la sociedad india, que se movilizó en masa para denunciar la situación de la condición femenina en India.
La campaña proseguirá «mientras existan en la India mujeres víctimas de violencia o de discriminación», declararon los organizadores, mientras que el arzobispo de Bombay llamaba a todos los fieles a «guardar su lámpara encendida al alba de una nueva era».