«Deseo renovar el compromiso de la Santa Sede en adoptar los principios y ejecutar los instrumentos jurídicos desarrollados por la comunidad internacional, adecuar aun más el orden institucional para la prevención y la lucha contra el blanqueo, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva«, comenta Francisco en el «Motu Proprio».
Con este documento papal, la Santa Sede «refuerza» además la función de vigilancia y regulación de la AIF y crea la función de «vigilancia prudencial» de los entes y organismos que desarrollan «profesionalmente una actividad de naturaleza financiera», entre ellos el IOR.
Con esta última iniciativa, de cuya ejecución será responsable también la AIF, el Vaticano responde a una recomendación hecha por la comisión Moneyval del Consejo de Europa, que ha reconocido ya que la Santa Sede ha recorrido un «largo camino en muy poco tiempo» en la lucha contra el blanqueo de capitales.
«La promoción del desarrollo humano integral sobre el plano material y moral requiere de una profunda reflexión sobre la vocación de los sectores económicos y financieros y sobre su correspondencia como fin último de la realización del bien común», afirma el pontífice argentino.
«Por este motivo -prosigue- la Santa Sede, en conformidad con su naturaleza y misión, participa en los esfuerzos de la comunidad internacional destinados a la protección y la promoción de la integridad, estabilidad y transparencia de los sectores económicos y financieros y a la prevención y a la lucha contra las actividades delictivas».
Entre las medidas aprobadas por Francisco figura también la extensión de la aplicación de las leyes vaticanas en esta materia a los dicasterios de la Curia Romana y a otros organismos y entes dependientes de la Santa Sede, así como a las organizaciones sin ánimo de lucro que tengan entidad jurídica canónica y sede en el Estado del Vaticano.
Este último asunto se suma a la creación por parte de Francisco el pasado abril de un grupo de ocho cardenales para que le aconsejen en el Gobierno de la Iglesia y estudien una revisión de la Curia Romana, tras los casos de curas pederastas y el escándalo Vatileaks, que desveló luchas internas y supuestos casos de corrupción.
Este pasado julio el papa Bergoglio, elegido pontífice en marzo de este año, creó la comisión para las reformas de la estructura económica administrativa de la Santa Sede y en junio otra de investigación para la reforma del IOR.