El Congreso con goteras. Nunca una imagen fue una mejor metáfora de un país. España hace aguas, aunque el barco no se ha ido a pique. Parece que el rescate es cosa del pasado y la prima de riesgo nos ha dado un respiro, mirando de reojo a una Italia que repite sus errores. Esa inestabilidad crónica del país vecino se parece muy mucho a nuestra capacidad para el cainismo. En España no se valora al otro, no se trabaja en un propósito común y no se piensa en el bienestar global. Domina el sectarismo. Y unos políticos mediocres que son capaces de empezar el curso político… sin una idea.
Mediocridad absoluta que se extiende a una sociedad que parece solo querer vivir de la subvención. Papá Estado ya hará. La cultura del esfuerzo y de la exigencia ha sido borrada de la política, de las casas y de las escuelas. Los políticos y los partidos, también los medios de comunicación, tienen mucha culpa de ello. O directamente han hecho todo lo posible porque así fuera.
Esa imagen del Congreso reventado por el agua puede ser un aviso a navegantes de lo que puede ocurrir su la clase política y la sociedad (igualmente culpable) no se miren al espejo. En serio. Se da la circunstancia de que en un mismo día vemos cómo una parte del país celebra una diada gritando independencia, señalando al resto del país como ladrón y creyendo que en solitario la vida será mejor.
El pueblo catalán tiene todo el derecho a sentir de una manera particular, tiene menos sentido que el primer cargo institucional de la CCAA sea el que quiera romper las reglas del juego. Está en su puesto por esas reglas. En el mismo día la sociedad se entera de que dos ex-presidentes de la Junta pueden ser imputados por uno de los mayores escándalos de corrupción ocurridos en el país. Robar el dinero a los parados no ha provocado ni una sola protesta en la Comunidad afectada. Es lo que provoca una sociedad subvencionada.
En las mismas 24 horas, salta la noticia de que los ordenadores del ex tesorero del partido del gobierno fueron manipulados mientras él estaba en la cárcel. Silencio por parte del Gobierno, que mantiene que lo que haga este hombre (el que manejaba sin que nadie le controlara el dinero del partido) ya no es cosa suya. Ya no es de los suyos. Y mientras IU ataca solo a quien le conviene y pide elecciones, sabiendo que el resultado haría al país ingobernable.
Si en solo 24 horas ocurre esto es que el país tiene goteras políticas importantes. Falta ejemplaridad, capacidad y transparencia. El presidente se elige a dedo, los políticos abandonan el puesto por el que han sido votados y les sustituye el siguiente de una lista cerrada y bloqueda, se incumplen los programas electorales sin dar explicaciones. ¿Qué goteras tenemos en estos momentos? Muchas y muy graves, y no valen ya las reformas para salir del paso.
Como señala Rafael Murillo, profesor de derecho constitucional del CE, el país debe arreglar ya su estructura territorial. «Debemos saber a qué modelo autonómico vamos para poder hacer la reforma que sea necesaria. La Constitución planteó un modelo abierto, que no ha acabado de cerrar nunca.
Por ejemplo, Griñán es diputado autonómico, pero puede ser elegido senador por una Comunidad. Habría que definir las competencias entre Estado y CCAA. Aunque en última instancia el problema que tiene es su financiación». Sin saber el país que queremos es difícil coordinar políticas. En el Congreso se escucha de todo: federalismo a secas, federalismo asimétrico, acabar con las Comunidades, Centralismo, nación de naciones… Ni siquiera los dos partidos nacionales con opción del gobierno tiene las ideas claras.
¿Va a seguir el Gobierno central pactando financiaciones a la carta? ¿Pactando con los nacionalismos a golpe de transferencia? ¿No se puede cerrar ese capítulo de una vez por todas, con sensatez y luz y taquígrafos?
La reforma electoral es otra de las goteras en el sistema, pensado para fortaleces a los partidos políticos que se han convertido en sectas, por no llamarles directamente castas, que cuidan de sí mismos y de su gente, que se aplauden mutuamente y que no lo hacen para dejar un pais más próspero y desarrollado que cuando llegaron. la idea es mantener el sillón y estar en la lista. Murillo lo de deja claro: «Qué tipo o modelo de distribución territorial del poder tenemos. Dependiendo de esto, se otorgará una representatividad al congreso y al Senado. Actualmente las listas son cerradas pero no bloqueadas en el senado, frente a la representatividad del congreso, que sería más a nivel nacional. Pero dependiendo de cual sea el modelo del autonómico, se podría favorecer más a los partidos nacionalistas en el Senado, y en el Congreso, favorecer más a los partidos de carácter nacional». Algo hay que hacer para que criticar al jefe de turno en la política no suponga el ostracismo.
En política no están los mejores: Cuenta la leyenda política que el nuevo jefazo de Inditex, Pablo Isla, fue tocado por el presidente para manejar la cartera económica el país. Si así fue todo el mundo conoce la respuesta. ¿Están los mejores de la sociedad gobernándola? ¿Son superiores al resto? ¿Desprenden autoridad aunque solo sea por su conocimiento? La contestación parece clara. La mediocridad en la vida política ha crecido en igual medida que el desinterés social. Como señala Graciano Palomo «los mejores no se dedican a la política, sus males se inician desde el inicio de la democracia. El sentido nacional no existe y es el que tienen todos los países que han hecho algo relevante». Coincide con él Ismael Crespo, catedrático de CC Políticas y analista del Ortega y Gasset que destaca que «nuestros políticos no tienen formación, son la clase política peor preparada en 40 años».
Una reforma de la justicia es urgente. Dijo en su día Alfonso Guerra que a este país no le iba a conocer ni la madre que lo parió pero la frase que realmente fue premonitoria fue aquella en la que mató a Montesquieau. La separación de poderes no es tal cuando el CGPJ es nombrado por los políticos. No es tal cuando los cargos se asignan por afiliaciones políticas (aquí el presidente del Constitucional puede ser de un partido y nadie se escandaliza) , y cuando hasta las asociaciones de jueces están más ideologizadas que nunca. Como señala Murillo es «imprescindible una reforma en este sentido Es necesaria una reforma de medios y de estructura organizativa. Y sobre todo evitar interferencias entre determinados poderes y el poder judicial.
Una sociedad subvencionada, anestesiada. ¿Tiene parte de culpa de la sociedad? Sí parece. Capaz de votal tapándose la nariz ante la corrupción y protestando cuando las medidas tocan su bolsillo. Falta solidaridad, esfuerzo y trabajo.
La reforma laboral y la reforma de la banca de nunca acabar es lo que encontramos si hablamos de economía. Aún no se ha hecho una reforma laboral consensuada, no se remata la de la banca, no hay un modelo económico que sustituya a la construcción. «Se ha invertido menos que nunca en la historia en I+D, donde los países que lideran invierten más que nunca», pero nadie protesta señala el analista y periodista Enrique Utrera. No es tema del día.
La ley de educación es otra de las grandes goteras de nuestra política. Ni una ley es aprobada con el consenso de todos, algunas ni se estrenan y otras se eliminan cuando el »otro» entra en el poder. Una ley de educación es vital para que un país tenga futuro. Ni para eso se ponen de acuerdo aquí.
Sin modelo de estado, sin modelo territorial sin una idea clara de lo que queremos para el país las goteras, que ya se ven en el Congreso, inundarán a todos y se llevarán por delante el futuro de generaciones y de la clase política.
Después de cinco años largos de crisis económica, España sigue sin cerrar algunas de las grandes grietas que impiden un proceso de recuperación firme y creíble. Aunque el país saldrá de la recesión en el tercer trimestre del año, la gran duda es si nos enfrentamos a un largo período de estancamiento. Estas son las asignaturas pendientes de los distintos gobiernos que han llevado el timón de España durante la crisis.
-Modelo económico. Ni socialistas ni populares han promovido un cambio de modelo económico para un país en el que antes de la crisis el peso del ladrillo llegó a representar el 40% del producto interior bruto (PIB). Hoy, el mercado inmobiliario está sencillamente colapsado: los españoles destinamos a la compra de viviendas la cifra más baja desde 1998. Un viaje al pasado de 15 años que se traduce en que mientras entonces dedicábamos el 9% del PIB a comprar casas, hoy la cifra no supera el 2%.
Muy lejos de la recuperación del ladrillo, ¿cuál es la respuesta? En pleno tijeretazo presupuestario, los sucesivos gobiernos han recortado desde que empezó la crisis la inversión pública en investigación y desarrollo (I+D). Ahora, el ministro de Economía Luis de Guindos ha anunciado que aumentará en los Presupuestos de 2014. Falta concretar cuánto.
-Reestructuración bancaria. Es el cuento de nunca acabar. Los primeros pasos del ajuste del sector financiero español fueron tan lentos como dubitativos y terminaron con un rotundo fracaso, dinamitados por la crudeza de la crisis. La salida a bolsa de Bankia y su fracaso posterior son ya el icono de una estrategia fallida basada en la patada hacia adelante.
Con la llegada del PP al poder, los dos ‘Decretos Guindos’ han devuelto cierta normalidad a un sector que ha tenido que ser rescatado por Bruselas. Ahora es más solvente y transparente, pero la reestructuración no ha terminado. Todavía hay que vender CatalunyaBanc y Novagalicia, que han costado a los españoles 34.000 millones de euros en ayudas públicas.
-¿Dónde está el crédito? Los gobernantes no han sido capaces de devolver el crédito al corazón del sistema, que son las ‘pymes’ y los emprendedores. Todas las medidas tomadas por los últimos Ejecutivos han sido puramente estéticas y no vinculantes para las entidades financieras, más preocupadas por sacar adelante sus maltrechas cuentas que por financiar a nuestro tejido empresarial.
Acuerdos como el firmado en junio entre Economía y la AEB y la CECA para reactivar el crédito a las pymes por 10.000 millones más apenas tienen impacto. La financiación entre empresas está en los niveles más bajos en una década.
-Los riesgos del déficit a la carta. La batalla territorial no sólo continúa, sino que se recrudece. A finales de julio, el Ministerio de Hacienda y las Comunidades Autónomas acordaron establecer la fórmula déficit a la carta para las regiones en 2013 con el compromiso del Gobierno de que en 2014 volverá a ser igual para todas. El resultado es que mientras Cataluña, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Murcia y Andalucía pueden registrar un déficit superior al 1,3% este año, el resto tendrá que hacer un ejercicio de disciplina para cuadrar el objetivo de déficit autonómico que contempla el programa de estabilidad.
El nuevo reparto se aprobó sin consenso, con los votos en contra de Madrid, Asturias, Cataluña y Canarias. La imposición del modelo puede traer problemas inmediatos. El Gobierno madrileño de Ignacio González ha amenazado con incumplir los objetivos de déficit, ya que considera injusto el acuerdo. Si la situación económica no mejora sensiblemente y las comunidades incumplidoras no vuelven a necesitar respiración asistida de nuevo, el conflicto estará servido.
-El viene y va de las pensiones. Es uno de los proyectos estrella del Gobierno y una de las grandes peticiones de Bruselas, que presiona a España para que saque adelante una reforma de la que depende la sostenibilidad del sistema. Es también una de las condiciones impuestas por Europa para mantener la prórroga de dos años para conseguir el objetivo de déficit.
De momento, y en lo que respecta al factor para vincular las pensiones a la evolución demográfica y el aumento de la esperanza de vida, el Gobierno aplaza hasta el año 2019 su entrada en vigor. Una decisión que supone ampliar los plazos para intentar llegar a acuerdos en el Pacto de Toledo. Por lo tanto, queda aún mucha tela que cortar. Y muchas goteras que arreglar.