Rubalcaba apostó fuerte al colocar a su número dos dentro del partido al frente de la candidatura para las Elecciones Europeas, y ha perdido. Muchos vieron ese movimiento como la última oportunidad del líder del PSOE de aferrarse al cargo y poder incluso presentarse a las primarias abiertas que el partido celebrará en teoría el próximo noviembre. Los poco más de tres millones y medio de votos cosechados por Elena Valenciano y el 23% en porcentaje es sin duda el peor resultado de la historia de los socialistas. Y lo hacen estando en la oposición y gobernando nada más que en Andalucía y Asturias.
Esta derrota electoral, más clara de lo que indicaban algunos sondeos que llegaban a pronosticar empate técnico, puede provocar un terremoto en Ferraz y echar por tierra todo el calendario previsto para los próximos meses.
El PSOE obtiene un resultado muy parecido al que obtuvo en las pasadas elecciones europeas en cuanto a la diferencia con el PP. Esa es el único consuelo que le queda a Rubalcaba, estar cerca del PP. Sin embargo los ciudadanos no ven al PSOE como alternativa al PP, y el voto de la izquierda se ha fragmentado. La irrupción de PODEMOS ha perjudicado tanto a los socialistas como a Izquierda Unida. Eso es lo que más preocupa ahora mismo en el PSOE.
El PSOE ha perdido dos millones y medio de votos respecto a las últimas europeas y el porcentaje de voto es cinco puntos menos al que tuvo hace dos años y medio en las generales. Y 16 puntos menos respecto al 39% cosechado por López Aguilar hace tan solo cinco años. Los socialistas siguen pues con su travesía por el desierto y siguen siendo vistos por los españoles como parte del problema que ha llevado a España a esta crisis sin precedentes. Con una victoria, aunque hubiera sido mínima, ningún barón socialista habría movido ni un dedo y hubiera dejado hacer al secretario general. Ahora serán muchas las voces que pedirán profunda reflexión y cambios en el partido.
Entre tantas malas noticias queda algún resquicio para la esperanza de los socialistas. Ganan en tres comunidades autónomas, en las dos que gobiernan, Andalucía y Asturias, y vuelven a ser el partido más votado en Extremadura. En el lado negativo están Madrid y Catalunya. El PSC ha perdido la mitad de sus votos en Catalunya, de 700.000 votos y ser la fuerza más votada a obtener 350.000 y ser la tercera fuerza. En Madrid, en un contexto más repartido que nunca y con el PP en su peor momento, los socialistas se mantienen segundos pero apenas con el 18% de los votos. PODEMOS, IU y UPyD empiezan a acercarse peligrosamente a los socialistas.
Lo ha dicho Elena Valenciano: “Son unos resultados malos para el PSOE, no estamos satisfechos, son unos resultados muy duros para los socialistas”. La candidata ha anunciado que este lunes Rubalcaba comparecerá por la mañana tras la reunión de la Ejecutiva Federal que analizará los resultados electorales de hoy.
DOS AÑOS Y MEDIO EN LA OPOSICIÓN
En estos dos años y medio como jefe de la oposición Rubalcaba ha combinado un liderazgo, continuamente en entredicho, con una política dura en ocasiones, llegó a pedir la dimisión de Rajoy varias veces, y ha optado por pactar y apoyar al Gobierno en ocasiones. Las dos opciones le han valido críticas por todos los lados. Los que querían que fuera más duro creyeron que pidió la dimisión de Rajoy por el caso ‘Bárcenas’ demasiado tarde, son además los que no aceptan que haga políticas de Estado con la derecha. Al hacer precisamente esta política se presta a la munición de quienes defienden que PP y PSOE son lo mismo, y también desde los que desde su propio partido le piden un claro giro a la izquierda.
Parece que son estos últimos los que se impusieron en el PSOE. No olvidemos que en estos dos años Rubalcaba ha celebrado una Conferencia Política con la que aspiraba relanzar al partido. Algo que según las encuestas no ha conseguido. Las encuestas del CIS reflejan cada mes el desencanto con el bipartidismo en general, pero en especial con el PSOE, que en los dos últimos sondeos ha obtenido su peor resultado de la historia. Además el liderazgo de Rubalcaba no despierta simpatía entre los españoles que le valoran con un paupérrimo tres. El líder socialista está mejor valorado que Rajoy pero muy lejos de cuando era vicepresidente con Zapatero y Ministro del Interior. Por aquellos tiempos era el único que aprobaba.