La comparecencia de mañana en el Congreso de los Diputados la anunció Rajoy a principios de mes, en Cáceres, y en plena polémica por los presuntos viajes privados con cargo al Senado del presidente de Extremadura, José Antonio Monago. En el acto, organizado por los populares de Cáceres bajo el título de “Estabilidad y Buen Gobierno”, Rajoy admitió como urgente la necesidad de “hacer más cosas” para reconstruir la confianza perdida de los ciudadanos. “Tenemos que poner fin a esta desconfianza y pesimismo”, afirmó entonces.
Ahora, apenas 20 días depués, el debate llega inesperadamente enturbiado por otro escándalo: la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, anunciada a última hora de la tarde, y tras conocerse un auto del juez Ruz en el que propone llevarla al banquillo como partícipe a título lucrativo en los delitos cometidos por su exmarido, el exalcalde de Pozuelo (Madrid), Jesús Sepúlveda. Según Ruz, Mato y sus hijos se habrían beneficiado de “regalos en forma de servicios turísticos” de la trama Gürtel-billetes de avión, tren, alquiler de coches y alojamientos- entre los años 2000 y 2004 por valor de 31.580 euros.
Mato, que en principio había descartado la dimisión, anunció esta tarde su marcha, aunque como ministra, no como diputada. Por ello, su presencia mañana en el debate no está del todo clara. En el Gobierno, no obstante, se intenta que su presencia en la bancada no enturbie un pleno que se considera clave para sacudirse ante la opinión pública de los últimos escándalos de corrupción. Desde los distintos grupos políticos se había exigido a Rajoy el cese de la ministra y se había cuestionado también la «credibilidad» del Gobierno ante este debate.
Hace meses que los socialistas, ante los múltiples escándalos de corrupción que involucraban a políticos del PP, decidieron retirar su respaldo al Gobierno a los proyectos de ley anunciados por Rajoy hace casi dos años y que desde marzo llevan encalladas en el trámite parlamentario. El secretario de organización del PSOE, César Luena, reiteró ese rechazo a comienzos de noviembre, tras el estallido de la Operación Púnica, la trama de corrupción municipal y regional que, entre otros, ha implicado al número dos del PP madrileño, Francisco Granados. «Ni ha habido, ni hay, ni habrá un acuerdo con la derecha, con el PP y con Rajoy para luchar contra la corrupción», aseguró el socialista.
Por ello, el debate de mañana se prevé tenso. El presidente del Gobierno habrá de enfrentar mañana las críticas de los grupos y defender esos dos proyectos, uno sobre el control económico y financiero de los partidos y otro sobre el nuevo régimen de altos cargos, para los que, pese a todo, ha dicho, espera contar con el apoyo parlamentario. «Si no, lo haremos con nuestro votos, que para eso los tenemos», llegó a afirmar Rajoy.
Los socialistas han presentado sus enmiendas a la totalidad al proyecto del Gobierno, que, entre otros, contempla la prohibición de las donaciones de empresas a los partidos políticos o que los bancos no puedan tampoco perdonarles las deudas. También lo han hecho la Izquierda Plural, UPyD y el BNG, en este caso, con enmiendas de devolución, al considerar que las propuestas del Gobierno son insuficientes y además carece de credibilidad para llevarlas a cabo.
En sus dos enmiendas, el PSOE ha incluido las más de 40 medidas de limpieza democrática que ha ido presentando en las últimas semanas a través de su código ético y de la llamada «Declaración de Valencia» aprobada por su dirección, y entre las que figuran, un endurecimiento de las penas por corrupción, la prohibición a la concesión de indultos a los condenados por este delito, la consideración de 50.000 euros en la cantidad defraudada para que se tipifique como delito fiscal y la calificación de delito el enriquecimiento injusto o ilícito para que se castigue el incremento patrimonial de autoridades y funcionarios públicos detectado durante el período de su mandato en el caso de que no puedan justificarlo.
El PSOE apuesta además por crear una Oficina anticorrupción de control estatal y municipal y que la Audiencia Nacional instruya y enjuicie todos los casos de corrupción política son otras propuestas, además de incrementar los medios materiales de los juzgados
Además, los socialistas defienden incluir en el Código Penal el delito de financiación ilegal de partidos, reducir de forma significativa las donaciones privadas, que las primarias sean obligatorias para elegir a los candidatos y que los parlamentarios tengan dedicación exclusiva.
Entre tanto, el presidente del Gobierno prevé anunciar también nuevas medidas, entre ellas, la aprobación del proyecto de Reforma de Ley de Enjuiciamiento Criminal, que permitirá agilizar los procesos penales y de nuevos mecanismos que permitan recuperar las cantidades defraudadas por la corrupción, un aumento de los medios y recursos judiciales, por ejemplo, con la convocatoria de nuevas plazas de fiscales o la dotación de más inspectores de Hacienda. Además, prevé introducir el control parlamentario de los indultos, mejorar la iniciativa legislativa popular e introducir la posibilidad de suspender automáticamente a todo cargo público al que se le abra juicio oral.
Los populares han atribuido al PSOE el retraso en la aprobación de las medidas anticorrupción anunciadas hace casi dos años, y para las que se han solicitado hasta 41 ampliaciones de plazos de enmiendas. “Hemos dado muchas oportunidades al diálogo, hemos trabajado mucho tiempo por un pacto con el PSOE, pero eso ha sido imposible porque el PSOE no está para pactar, está para romper y, a partir de ahora y desde el jueves, nosotros nos ponemos a trabajar y a legislar, que es lo que hay que hacer en esta Cámara”, afirmaba ayer el portavoz del PP, Alfonso Alonso.
El mismo día en que el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, advertía también en el Congreso de la falta de respuesta de la Justicia a la corrupción por falta de medios. Lesmes anunciaba ayer la creación de una Unidad de Apoyo para Causas por Corrupción para identificar los problemas en los juzgados que tramiten estas causas.