El Comité Electoral de Malasia anunció hoy la celebración de elecciones generales el próximo 9 de mayo, donde el actual primer ministro, Najib Razak, competirá contra su mentor y antiguo mandatario malasio, Mohamad Mahathir.
El periodo de campaña electoral transcurrirá durante 11 días, apuntó Mohd Hashim, director del organismo electoral, para tratar de sumar la mayor cantidad de apoyos entre los cerca de 14,9 millones de malasios llamados a las urnas.
Najib obtuvo la semana pasada el consentimiento protocolario para disolver el legislativo por parte del sultán de Kelantan, que este año ostenta la jefatura de Estado rotatoria.
El primer ministro desde 2009 se presentará por segunda vez a la reelección como candidato de la Organización Nacional de los Malayos Unidos (UMNO), el socio mayor de la coalición Frente Nacional (Barisan Nasional) que gobierna el país desde 1973.
El dirigente fue reelegido tras las elecciones de 2013 pese a lograr menos voto popular que la coalición opositora gracias a la ley electoral que prima la representación de las zonas rurales y de la mayoría malaya.
El último mandato ha estado marcado por el encarcelamiento del líder opositor, Anwar Ibrahim, condenado en 2015 a cinco años de prisión por un delito de sodomía, y por el escándalo de corrupción vinculado a un fondo estatal de inversiones.
Una investigación de The Wall Street Journal y el portal Sarawak Report reveló en 2015 el desvío de unos 700 millones de dólares del fondo 1Malaysia Development Berhard (1MDB) hacia las cuentas personales del primer ministro.
Najib y 1MDB negaron haber cometido delito alguno y una investigación de la Fiscalía malasia exoneró al primero en enero de 2016.
La coalición opositora Pakatan Harapan estará encabezada por el ex primer ministro Mohamad Mahathir, de 92 años, quien lideró el país durante más de dos décadas (1981-2003) e impulsó dentro de la UMNO el liderazgo de Najib.
Mahathir concurre a los comicios al frente del partido Keadilan Rakyat, antes liderado por Anwar, y tras la suspensión para hacer cualquier actividad política durante 30 días impuesta el pasado viernes contra su propio partido Pribumi Bersatu Malaysia.
La oposición también ha denunciado una nueva delimitación de las circunscripciones electorales, que según estos beneficia a la coalición gobernante.