De tercera vía a posible candidato a primarias. Joan Mesquida (Felanitx, 1962), director de la Policía y la Guardia Civil con Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro del Interior, se plantea presentarse al proceso de primarias abiertas que elegirán al candidato socialista a la Moncloa. Lo está reflexionando, pero la decisión no la ha adoptado porque depende de circunstancias personales y, fundamentalmente, de los apoyos que pueda reunir en torno a su proyecto; un programa con autocrítica y propuestas de renovación que ha dado forma en su libro ‘Socialismo siglo XXI. La izquierda del futuro’.
“En esta reflexión, uno analiza el apoyo de las ideas y las circunstancias personales. Si se constata que hay una alineación hacia una misma dirección, se puede considerar adecuado presentarse, se gane o se pierda. La decisión la tomaré en un tiempo prudencial cara a las primarias”, explica a teinteresa el político socialista mallorquín, que desde hace un año promueve la plataforma ciudadana www.formapartedelasolucion.es, con la que se le consideró la enésima vía de renovación del proyecto del PSOE. Tampoco descarta la opción de saltar a la política balear, siempre que hubiera primarias abiertas a todos los ciudadanos.
“La propuesta no un proyecto personal”, aclara el exconsejero balear, abogado, politólogo y sociólogo de formación –actualmente funcionario en el Ayuntamiento de Calviá. Mesquida preferiría que en las primarias no se estableciera un censo previo, porque piensa que puede limitar la participación al obligar a los interesados a inscribirse en un registro días antes de ir a votar. Tampoco le gustan los avales. “Pueden ser una traba a la participación de los candidatos y no me suena bien”. Recuerda lo que pasó en Andalucía, donde no hubo proceso porque los dos aspirantes que iban a enfrentarse a Susana Díaz no lograron los avales necesarios.
«No parto de desventaja. En 2000 no conocía a Zapatero»
Su mentor es José Bono. Con él accedió a la Guardia Civil desde la dirección de Infraestructuras de Defensa en 2004 y cada vez que puede expresa su admiración hacia el expresidente del Congreso, del que dice que es “un hombre de Estado”, y lamenta que la política ha perdido un activo con su marcha a la actividad privada.
Mesquida no se ve como un »outsider» en el PSOE, en el que milita desde hace tres décadas. Tampoco se ve en desventaja por no figurar en las quinielas mediáticas y en las del partido, con nombres como Emiliano García-Page, Eduardo Madina, Patxi López, Carme Chacón o Pedro Sánchez. Pone un ejemplo: “En el año 2000 jamás había oído hablar de José Luis Rodríguez Zapatero, hasta que anunció que se presentaba al congreso federal”.
«Hay que votar la trayectoria del político, no el discurso»
Mesquida elude dar su opinión sobre los supuestos candidatos a las primarias, pero tiene claro que para evaluar cuál es el más idóneo hay que tener en cuenta la experiencia y la preparación: “Hay que votar la trayectoria y no dejarse obnubilar por un discurso más o menos brillante, que se lo pueden haber preparado otros y haber aprendido de memoria”.
A la pregunta de si su exjefe y actuar líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, debería presentarse a las primarias, elude dar una respuesta clara. Elogia su trayectoria, que cataloga de “impecable y ejemplar”, pero añade que tras una dilatada experiencia, “a veces es difícil reconocer que hay que dar un paso atrás”. Mesquida recuerda que el punto débil que puede tener un candidato con experiencia es que el votante le puede reprochar por qué no hizo su propuesta cuando ocupó el Gobierno. Y desliza la siguiente afirmación: “No es bueno que una persona nazca en un coche oficial y se jubile en otro”.
Para Mesquida, lo importante en política no es tener futuro, sino pasado, porque demuestra lo que ha hecho cada uno cuando ha estado en un puesto de gestión y cuál han sido los resultados. El también secretario de Estado de Turismo con Zapatero no tiene inconveniente de reconocer los errores, como su gestión de la polémica »ecotasa», un impuesto que gravaba con un euro diario las estancias de los turistas.
En una entrevista con este diario se presentó como un hombre deportista –juega al pádel al fútbol y corre 10 kilómetro al día -con disciplina y voluntad, que se da como concesión diaria un café con leche a las once de la noche acompañado del único cigarrillo de la jornada.
Su discurso contra la corrupción se acerca a la demanda de ciudadanos. Además de aumentar las penas por estos delitos, piensa que a los políticos se les debería imponer una “pena especial”, que pasa por imponerles una sanción cinco veces más del dinero que han robado.
Joan Mesquida reconoce que la falta de confianza en la clase política se debe a la actitud de los dos grandes partidos. «Debemos huir de la bronca, del y tú más, y hacer propuestas en positivo para generar confianza.” Lamenta que el Parlamento se ha convertido en un Madrid- Barça, en el que solo dos juegan y el resto de la gente mira.
Dice que en el PSOE se han tomado bien su ‘vuelta a la política’, aunque le han trasladado “sugerencias”. “Alguno me ha dicho que vaya con cuidado para no erosionar al partido. Y yo respondo que siempre he tratado de decir lo que pienso y nunca he dañado al PSOE”.
¿Y qué reacción espera de su libro? “Creo que hay ideas que están en sintonía con lo que piensan muchos militantes”, dice con media sonrisa.