Dicen los medios americanos que siguen día a día que en la CasaBlanca empezaron a frotarse las manos al ver la ascensión de Gingrich en las filas republicanas. Obama no tiene asegurada la reelección así que nada mejor como un líder con fama de díscolo y poco constante. Pero la debilidad del actual inquilino de la Casa Blanca es tal que Gingrich podría plantarle cara seriamente, según los últimos sondeos.
Así, el precandidato del Partido Republicano Newt Gingrich tendría una actuación honorable si se enfrentara frente a frente con Barack Obama en la elección presidencial estadounidense de 2012, según un sondeo publicado este jueves.
La encuesta, realizada por la Universidad Quinnipiac en tres estados considerados cruciales para los comicios del próximo 6 de noviembre, desmontarían el argumento del moderado Mitt Romney según el cual sólo él tendría opciones frente al actual mandatario.
Según los resultados de la consulta, Gingrich, artífice de la nueva derecha estadounidense en los años 1990, estaría a poca distancia de Obama en la intención de voto. El ex presidente de la Cámara de Representantes bajo la presidencia de Bill Clinton ha protagonizado una importante progresión en los sondeos de cara a las primarias republicanas desde principios de diciembre, desbancando a Romney, exgobernador de Massachusetts (noreste), del estatus de favorito e incluso del de candidato «inevitable».
Quinnipiac analizó tres estados particularmente disputados que podrían marcar la diferencia, dado el gran número de grandes electores que poseen: Ohio (norte), Pensilvania (este) y Florida (sureste). Obama ganó en los tres en 2008, pero está lejos de tenerlos asegurados para el año que viene.
En Ohio, Gingrich obtendría una victoria sobre el presidente demócrata (43% frente a 42%). En Florida Obama ganaría sólo por dos puntos porcentuales (46% contra 44%), aunque Romney sí vencería al actual gobernante (45% por 42%).
En Pensilvania, un duelo Obama-Gingrich se traduciría en cambio en una amplia victoria del demócrata por 48% de los votos frente al 40%. El director adjunto de sondeos de Quinnipiac, Peter Brown, consideró que estas diferencias son lo suficientemente pequeñas como para que Romney no pueda seguir diciendo que es el mejor candidato de los republicanos para recuperar la Casa Blanca. «Los medios de comunicación dicen que la Casa Blanca quiere tener a Gingrich enfrente porque será más fácil de derrotar que Romney, pero los hechos son menos claros hoy de lo que eran el mes pasado», destacó Brown.