En una comida coloquio en el Círculo del Liceo organizada por la Fundació Catalunya Societat Civil, ha alertado de la viabilidad de esta hipótesis que, a su juicio, supondría una réplica de lo que ha sucedido en el Ayuntamiento de Barcelona, en cuyo gobierno espera que entren los republicanos tras los comicios catalanes.
Esto dejaría al margen a Artur Mas, ya que ha adelantado que UDC no dará apoyo a una candidatura que apueste por una declaración unilateral de independencia, es decir, no pactará con la lista Junts pel sí porque no apuestan por «los extremos, sino por la centralidad».
«Esto no quiere decir que estemos de acuerdo con la situación actual», ha dicho sobre la relación con el Gobierno central, y ha reprochado que Mariano Rajoy o bien no mueva ficha ante a lo que sucede en Cataluña o bien judicialice una cuestión que ha considerado meramente política.
De hecho ha subrayado que, tras el 27S, no se pondrán del lado de un bloque constitucionalista que ataque los intereses de Cataluña: «UDC es un partido profundamente nacionalista».
«Unos nos empujarán hacia los defensores de la independencia unilateral y otros hacia los que son hostiles contra Cataluña. Nosotros estamos en contra de los frentismos», ha aclarado postulándose como adalid de la centralidad catalana, en contra del enfrentamiento.
Se ha desmarcado de C»s de los que ha dicho que «no pueden cumplir con el papel de defensores de Cataluña» y de los que ha recordado que, pese a nacer en la comunidad, su génesis fue muy lesiva con el idioma, según él.
Del PSC ha dicho que por su orden jerárquico y porque su dirección está fuera de Cataluña no puede ejercer ese papel, un déficit que también ha atribuido al PP, del que ha dicho que es «parte del problema que ha llevado a esta situación».
Para Espadaler, CDC ha renunciado a la centralidad porque «se ha instalado en la unilateralidad, al lado de ERC con la que han entrado en una especie de subasta que va rebajando los meses en los que deben proclamar la DUI».
De hecho, a Espadaler éstas le parecen unas elecciones diferentes porque hay quien las interpreta plebiscitarias de la independencia –UDC no lo hace–; porque la oferta electoral es sustancialmente distinta de los últimos comicios y, «sobre todo, por la incertidumbre que se ha generado por lo que sucederá el día 28.