Pese al respeto mostrado y pese a no haberlo dicho explícitamente, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, no se ha creído la historia familiar con la que Jordi Pujol ha asegurado desnudarse públicamente.
El líder de los socialistas catalanes ha coincidido con su compañera de ERC, Gemma Calvet, en que la confesión de Jordi Pujol ha afeado la política catalana y está dando muy mala imagen. Sin embargo, se ha mostrado radicalmente contrario a las afirmaciones del alcalde de Barcelona, Xavier Trías (CiU), de que «Pujol debe desaparecer«.
La estrategia de Iceta se ha basado en pedir documentos y acreditación que den fe de todo lo que este viernes ha contado el expresident. Le ha exigido que contabilice y publique todo lo defraudado, que entregue la documentación necesaria para acreditar su patrimonio.
Iceta ha echado mano de mucha memoria histórica para recordar algunos de los momentos políticos más recordados en Cataluña. Le ha recordado a Pujol su responsabilidad en Banca Catalana, escándalo del que ha asegurado: «¿Puede usted desmentir la hipótesis de que su fortuna proviene de una ventade acciones de Banca Catalana antes de su quiebra gracias a información privilegiada?»
En palabras del primer secretario de los socialistas, ese discurso sirvió para que las herramientas de control a la Generalitat bajaran los brazos.
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Tal vez haya sido el momento que más veces se ha recordado por parte de los portavoces parlamentarios: «Los que hayan utilizado la Generalitat para hacer negocios privados deben ser condenados y devolver el dinero».
Acto seguido, Iceta ha preguntado a Pujol si º «Cualquier ataque a cuestiones oscuras, usted las transformó en un ataque a toda Cataluña», le ha recordado Iceta al expresident.
Después del berrinche del ‘molt Honorable’, Miquel Iceta ha defendido su discurso. «Hemos hecho la intervención que teníamos que hacer». También ha lamentado que los ciudadanos de Cataluña han quedado huérfanos de respuestas: «el volumen de lo defraudado, su origen, la identidad de las personas que la han gestionado, y que explique la fortuna que «sonríe» a sus hijos.