Arabia Saudí, principal aliado árabe de Estados Unidos, expresó hoy su «profundo pesar» por la decisión de Washington de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar su embajada a esa ciudad, un paso que calificó de «injustificado» e «irresponsable».
El anuncio, realizado ayer por el presidente estadounidense, Donald Trump, no altera los «inalienables derechos históricos» del pueblo palestino con respecto a Jerusalén, según un comunicado de la corte saudí.
Sin embargo, la corte consideró que significa una «drástica regresión» en los esfuerzos para lograr una solución negociada y viola la histórica posición de neutralidad que EE.UU. ha mantenido en el conflicto entre palestinos e israelíes.
El Gobierno saudí recordó que alertó en los últimos días de las «graves consecuencias» que acarreará este paso y manifestó su esperanza de que el Ejecutivo de EE.UU. revoque esta medida y respalde la voluntad internacional de que el pueblo palestino pueda recuperar sus «derechos legítimos».
Finalmente, el reino saudí reafirmó la importancia de encontrar una solución justa y duradera a la causa palestina en conformidad con las resoluciones internacionales de la ONU y la Iniciativa de Paz Árabe, que contempla la solución de dos estados.