La siesta, una de las tradiciones más arraigadas de España y uno de los valores de marca española que se han exportado al mundo con más éxito, celebra su festividad el 11 de julio, día de San Benito Abad, a quien se atribuye ese sueño breve que los españoles llaman “la cabezadita”.
San Benito de Nursia, más conocido como San Benito Abad, es patrón de Europa y, tal como dice la tradición fue la persona que estableció como momento de descanso “la hora sexta” o también llamada la hora de la siesta.
Cuenta la historia, según el médico Pedro Mayoral, experto en transtornos del sueño, que este Santo enseñó a los monjes a construir relojes para contar las horas. La regla de San Benito concretaba una serie de horas con las obligaciones, comidas, oraciones y ceremonias a realizar en cada una de ellas. La hora sexta, dedicada en la regla benedictina al descanso, ha sido la que ha inmortalizado la siesta.
Para profesiones de alto riesgo
El doctor Mayoral, destaca también que es importante tomar este tiempo para descansar, sobre todo para los profesionales con un trabajo de alto riesgo y tensión, por ejemplo los controladores aéreos.
Y ¿cómo hay que echarse la siesta para que siente bien?: «Se puede estar tumbado o acostado, pero lo más importante es que no supere los treinta minutos», según Mayoral, ya que si se excede ese tiempo se entra también en fases más profundas de la “arquitectura del sueño”, de unos ciclos más propios de la noche.
“La siesta es una especie de sueño corto recuperador”, insiste este especialista que ejerce en varias clínicas reconocidas de España y que la recomienda especialmente para personas con hipertensión, diabetes, problemas cardiacos, ansiedad y estrés.
Una investigación realizada en 2007 por Nasaka A. y Oikonomou E. demostró que las personas que dormían siesta ocasionalmente habían reducido en un 12% las causas de mortalidad coronaria, pero el descenso era de un 37% en las que la dormían habitualmente.
Pero el abanico de los afortunados con una siesta se podría ampliar si tenemos en cuenta lo que apuntan algunos expertos en sueño que creen que tendría que incorporarse a las empresas. “La siesta cruza fronteras y el bienestar que ofrece es incomparable a cualquier otra solución médica”, según los expertos y según pronosticó el santo.