Si la terapia hormonal se prolonga durante un año, el riesgo cae hasta un 50%, según recoge el trabajo, que concluye también que seguir este tratamiento antes de la intervención no influye en los resultados de la misma, ha indicado el instituto en un comunicado.
El envejecimiento de la población ha hecho que cada vez sean más comunes las operaciones de rodilla y cadera, y más del 2% de estas intervenciones deben repetirse al cabo de tres años, sobre todo a causa de la osteólisis –destrucción del hueso alrededor de la prótesis–.
Los bajos niveles de hormonas femeninas se han relacionado con la disminución y una pérdida de la densidad de los huesos, por lo que la terapia hormonal serviría para incrementarla.
El estudio evaluó el riesgo de repetir una cirugía de rodilla y cadera entre casi 25.000 mujeres que habían pasado por quirófano entre 1986 y 2006, de las que unas 3.500 sí habían seguido una terapia hormonal después de la intervención.
«Consideramos este estudio muy importante, ya que es el primero en demostrar» el efecto positivo de la terapia hormonal, ha indicado el investigador del Idiap Jordi Gol Daniel Prieto.