Para llevar a cabo el trabajo, se analizaron a 25.474 mujeres, a quienes analizaron la relación que existe entre el tabaco y la edad de aparición de la menopausia con la supervivencia a largo plazo.
En este sentido, los resultados han mostrado que las mujeres fumadoras que tenían la menopausia a los 40 años tenían una esperanza de vida de 2,6 años menos que las que la tuvieron a los 60 años.
«No sólo la edad en la que aparece la menopausia y el tabaquismo influye en la mortalidad, sino que también el tabaco exagera los efectos de la deficiencia de estrógenos en mujeres menopáusicas a una edad más temprana», han explicado los investigadores.
Además, los investigadores han comprobado que las mujeres que tenían una menopausia más tardía eran más propensas a ser fumadoras y a utilizar la terapia hormonal.
«Este estudio proporciona evidencia creíble de que las mujeres pueden trabajar proactivamente para retrasar la menopausia a través de diversas opciones de estilo de vida, tales como dejar de fumar», han recalcado los expertos.