El periodista Jordi Évole, de 38 años, pregunta a expertos y gente de la calle preguntas sencillas pero que desarman, para explicar el costoso rescate de los bancos españoles o el agujero que se avecina en el sistema de pensiones.
Con un estilo similar al de los documentales del activista estadounidense Michael Moore, ha conseguido una audiencia de hasta el 20 por ciento. Es el programa de televisión más visto los domingos y tiene tantos seguidores como cualquier otro programa de noticias de cualquier canal durante la semana.
El desenfadado estilo de Évole -suele llevar camisas de cuadros, vaqueros y zapatillas- y su voluntad de asumir temas difíciles han calado en un país donde una cuarta parte de la población activa está en el paro, las quiebras están en un máximo histórico, el sector bancario han sido rescatado y la economía está en recesión o estancada desde hace cinco años.
El batacazo -y unos drásticos recortes en el presupuesto público- se ha producido tras una larga bonanza económica en la que los españoles se acostumbraron a las inversiones inmobiliarias para hacerse ricos rápidamente y el gasto estatal se desató en aeropuertos, autopistas, cultura, arte y deportes.
«Estamos en el shock post-traumático de haber chocado contra un muro. ¿Sabes cuando en los dibujos animados te sale un chichón y hay unas estrellitas alrededor? Pues estamos en ese punto de »ostras que ha pasado»», ha explicado Évole.
El programa realizado en Barcelona lleva en antena cinco años, pero sus índices de audiencia despegaron el año pasado gracias al boca a boca.
Redes sociales
Además de los millones que siguen el programa cada domingo por la noche, muchos más siguen »Salvados» en la página web y en las redes sociales. Évole tiene 911.000 seguidores en Twitter que consiguen que el programa sea uno de los principales »trending topic» cada noche dominical.
Luis Fernández, de 48 años, que trabajó en la administración pública durante 24 años y perdió su empleo hace un mes y medio, es un admirador típico. Siente que »Salvados» refleja su situación y abre los ojos a temas importantes.
«Hace cinco años era impensable que yo estuviera en la situación que estoy viviendo ahora. Esto es una tragedia», ha explicado Fernández. «La información que dan sobre Grecia y Portugal es muy sesgada. La verdad es que la gente está asustada«, ha añadido.
Muchos españoles temen que España, que está lidiando con un alto déficit público pero por ahora ha evitado un rescate internacional completo, pudiera seguir a Grecia, Portugal, Irlanda y Chipre en una situación aún más problemática.
«En estos momentos de crispación la gente tiene una necesidad de saber cómo funcionan las cosas realmente«, ha explicado Javier Ganuza, de 57 años, que tiene un negocio de reparación y venta de aparatos electrónicos. Comenzó viendo el programa para estar al día con sus hijos y amigos, que estaban siempre hablando de él.
La crisis en España, una democracia relativamente joven, ha hecho que la gente empiece a cuestionarse todas las instituciones que hasta hace poco eran símbolo de estabilidad: la valoración de partidos políticos, Gobierno central, administraciones autonómicas y locales e incluso la Familia Real, muy bien valorada en años pasados, ha caído en picado.
«España vive un momento en el que la ciudadanía pide más respuestas que nunca, tiene muchas ganas de saber… Nosotros formamos parte de esa gente, hacemos los programas para saber qué está pasando y para entenderlo y hacemos preguntas muy básicas porque no entendemos muchas de las cosas que están pasando«, explica Évole.