No son las tres horas de Boston, pero Rihanna comienza a ser más conocida por su impuntualidad a la hora de salir al escenario que por su profesionalidad como cantante. Los últimos en sufrir sus continuos retrasos han sido los seguidores que acudieron el pasado viernes 5 de julio al conocido festival danés Roskilde.
La cantante de Barbados llegó con un retraso de 30 minutos por lo que fue recibida con abucheos y pitidos que, sin embargo, no hicieron que cambiara su discurso y en repetidas ocasiones exclamó “Dinamarca, te quiero”. De hecho continuó, “Lo digo en serio, Dinamarca, puedo sentir el amor. No lo digo por decir”.
Ya a principios de junio tuvo esperando una hora y veinte a sus fans en el Palau Sant Jordi, en Barcelona, y el lunes 17 llegó dos horas tarde a su concierto en Birmingham después de haber salido de fiesta por Londres la noche anterior junto a la modelo Cara Delevigne.
Rihanna se encuentra presentando su último álbum, ‘Unapologetic’. Sus próximas citas son Viena, el 9 de julio, y Montecarlo, los días 10 y 11. La mayor incógnita será si logrará llegar puntual a sus propio conciertos y no hacer que sus fans tengan que esperarla.