Khola Altaf tenía apenas 5 años. Fue la víctima más joven de los asesinos talibanes en Pakistán que este martes asesinaron a sangre fría a 132 estudiantes.La matanza fue fría, inhumana, despiadada y cruel. Altaf recibió un tiro en la cabeza. Como muchos de sus compañeras. Era solo una niña indefensa pero a los talibanes, que ahora dicen ¡que no recibieron órdenes de matar niños! acababa de llegar a la escuela: era su segundo día de clase.
Pakistán aún no se ha recuperado de una tragedia que ha convertido las últimas horas en un desfiel de atáudes, de madres desencajadas, de imágenes de duelo y de desolación.
Durante la masacre, que dejó cuerpos mutilados y cabezas separadas de sus cuerpos en charcos llenos de sangre, los talibanes no tenían que asesinar, en principio, a los niños más pequeños. Lo ignoraron. «Hay que hacer daño, porque ellos nos hacen daño», fue su lema. Y lo hicieron a conciencia. Este jueves se conocían algunas de las palabras de los talibanes que atacaron la escuela militar. Según la policía, uno de ellos preguntó: «Hemos matado a todos los niños, ¿y ahora qué hacemos?». La tarea de búsqueda de los perpetradores e ideólogos del ataque ha comenzado, al igual que continúa la de las familias, que buscan reconocer a sus hijos entre los trozos de cuerpos acumulados.
También se han conocido más testimonios de supervivientes. El alumno Aakif Azeem aseguraba que «estaba en el comedor cuando los pistoleros empezaron a disparar y me apuntaron con la pistola, pero la bala no me dio. Había niños gritando y llorando y había cuerpos por todas partes».
«Los pasillos estaban empapados de sangre. Incluso los profesores estaban aterrados… todo lo que podía pensar era dónde estaba mi hermano pequeño. Después descubrí que de la clase de 25, era el único que sobrevivió», aseguró a la BBC. «Queremos venganza. Somos todos inocentes y no teníamos nada que ver con esto… puedes destrozar nuestro colegio, puedes quitarnos a nuestros profesores, pero no nos puedes quitar nuestra identidad», añadió.
La Policía sigue con las averiguaciones de ese caso y este viernes fueron detenidas cuatro personas supuestamente vinculadas con una tarjeta de teléfono a la que llamaron los terroristas durante el asalto a la escuela.
El comisario adjunto de la Policía de Bahawalpur, Mohammad Azam, indicó a Efe que la tarjeta estaba registrada a nombre de la mujer y en estos momentos se investiga si los detenidos están involucrados en la masacre.
Mientras aumentan las operaciones militares, el Gobierno de Pakistán impidió este viernes la puesta en libertad de Zakiur Rehman Lakhvi, considerado por la India uno de los cerebros de los atentados que provocaron 166 muertos en Bombay en 2008, un día después de que un tribunal anunciase su liberación bajo fianza.
La decisión judicial, adoptada por un tribunal especial antiterrorista, fue muy criticada por Nueva Delhi, donde el primer ministro, Narendra Modi, afirmó ante el Parlamento indio que era un «shock para todos aquellos que creen en la humanidad». No pensaron lo mismo los talibanes a la hora de masacrar a los niños de Pakistán. El ojo por ojo fue su lema. El ejército de Pakistán no va a olvidar nunca el golpe.
Las pasadas 24 horas, el ejército ha matado a 57 talibanes en ataques terrestres y aéreos cerca de la frontera con Afganistán. Las operaciones se produjeron tras el ataque del Talibán a una escuela en Peshawar, en el que murieron 141 personas, la mayoría de ellos niños. Los ataques del ejército contra militantes en la provincia de Waziristán del norte empezaron en el mes de junio. Las operaciones de esta semana fueron una combinación de asaltos terrestres y 20 ataques aéreos de aviones paquistaníes. Ya no hay tregua. La caza al talibán ha comenzado.