Al menos 27 supuestos insurgentes murieron en un bombardeo y una operación terrestre, y tres militares fallecieron en una explosión en las últimas horas en el noroeste de Pakistán, han informado a Efe fuentes oficiales.
El portavoz del Ejército, Abid Askari indicó que 17 supuestos insurgentes, entre ellos un uzbeco, fueron abatidos este jueves por la tarde en un bombardeo en el área tribal de Khyber, dos días después de que una acción similar dejase 57 talibanes muertos en la misma zona. El Ejército de Pakistán anunció el miércoles la muerte de 57 presuntos terroristas en un total de 20 bombardeos contra las posiciones de los insurgentes en el valle de Tirá, ubicado en la agencia de Jiber (norte), según informó el diario paquistaní »Dawn».
También en esta región del noroeste del país asiático, 10 insurgentes murieron y dos militares resultaron heridos en una batalla este jueves por la tarde, de acuerdo con la fuente. En la vecina región de Bajaur, tres militares murieron esta mañana en la explosión de una mina cuando viajaban en un vehículo en la zona de Damadola, informó una fuente del Gobierno local.
Estas operaciones del Ejército llegan después de que el martes un grupo de talibanes atacó una escuela militar en la que asesinaron a 151 personas, entre ellos 132 niños y adolescentes.
La masacre fue reivindicada por el principal grupo talibán pakistaní, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), que la justificó asegurando que para el Ejército sus familias «son objetivos» en las operaciones lanzadas en Waziristán del Norte y Khyber, en las que han muerto más de 1.100 insurgentes desde junio.
Tras el ataque, el primer ministro, Nawaz Sharif, reafirmó su determinación de continuar con la ofensiva militar hasta «eliminar al último terrorista.
El Gobierno de Pakistán intensificó este viernes su acción contra objetivos talibanes en el noroeste del país, tras la masacre en una escuela esta semana, y reafirmó su mensaje de tolerancia cero con el terrorismo al no permitir la liberación de un islamista acusado por la India de los atentados de Bombay.
Con el país aún conmocionado por el ataque de un grupo talibán al centro escolar de Peshawar, en el noroeste del país, que dejó más de 150 muertos, la mayoría niños, el Gobierno ha incrementado las acciones tanto aéreas como terrestres en las zonas tribales del país dejando al menos 53 presuntos insurgentes muertos en las últimas horas.