Boughedir ha conseguido evitar la pena de muerte con la que los tribunales iraquíes castigan ocasionalmente a los simpatizantes o afiliados al grupo terrorista.
En 2015 Boughedir se unió al grupo en la ciudad de Mosul, a donde llegó con su marido y tres niños. En febrero de 2018 la joven fue arrestada por siete meses por la «entrada ilegal en Irak».
En abril de este año otra ciudadana de Francia, Jamila Boutoutaou, de 29 años, fue condenada a cadena perpetua, también por pertenecia a Estado Islámico.