La Policía turca ha detenido este lunes a otro sospechoso durante una operación en el barrio de Zeytinburnu de Estambul y, con esta captura, ya van al menos 12 personas arrestadas por su presunta implicación en el atentado.
El operativo se ha montado con el objetivo apresar al presunto autor del ataque contra el club Reina durante la fiesta de Nochevieja, en el que murieron 39 personas y 65 más resultaron heridas. Además, las autoridades han difundido nuevas imágenes del posible autor en el que se distingue por primera vez claramente su rostro.
El nuevo arrestado ha intentado escapar saltando desde la fachada de un edificio, pero finalmente ha sido detenido y ya se encuentra bajo custodia de las fuerzas de seguridad turcas, ha informado el diario turco Daily Sabah en su edición digital.
Sus rasgos corresponden con los de una persona de Asia central que tendría unos 25 años, según la última información difundida por la Policía. Las primeras revelaciones policiales apuntaban a que el sospechoso era de Uzbekistán o Kirguizistán, aunque especulaban con que podría proceder de la región china de Xinjiang.
Otros medios turcos que citan fuentes oficiales destacan el parecido del sospechoso con un miembro de la célula del atentado suicida perpetrado en junio contra el Aeropuerto Internacional Ataturk de Estambul, responsabilidad también del Estado Islámico.
En la última semana, un total de 147 personas fueron arrestadas por su presunta vinculación con Estado Islámico, según un recuento del Ministerio del Interior difundido este lunes.
Turquía participa en una operación contra EI en Siria
Turquía participa en una operación contra Estado Islámico en Siria, donde también ha impulsado un alto el fuego entre el Gobierno de Bashar al Assad y los rebeldes. Su implicación en el país vecino le ha puesto en el punto de mira de los terroristas.
A las amenazas que ya arrastraba Turquía por la actividad de milicianos kurdos se han sumado en los últimos dos años los riesgos derivados de Estado Islámico, responsable de varios atentados. En junio de 2016, 45 personas murieron por un triple ataque contra el aeropuerto Ataturk de Estambul.
Hace sólo unos días, un mensaje divulgado en Internet por un grupo afín a Estado Islámico incitó a los ‘lobos solitarios’ a cometer ataques contra celebraciones y lugares de fiesta.
El Estado Islámico reivindica el atentado
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó hoy la autoría del atentado en el que murieron 39 personas y otras 69 resultaron heridas en la discoteca Reina de Estambul en Año Nuevo.
En un comunicado difundido a través de internet, el EI afirmó que el autor de la matanza, que sigue huido, es un «heroico soldado del califato» autoproclamado por la organización yihadista.
En el texto, cuya veracidad no ha podido ser comprobada, se detalla que el terrorista usó granadas y una ametralladora y causó unas 150 víctimas entre muertos y heridos en el club Reina.
«Venganza» por los bombardeos
El EI afirma que esta acción es en «venganza» por los bombardeos contra musulmanes que efectúa Turquía en territorio sirio, por lo que acusó al gobierno de Ankara de ser «servidor de la Cruz».
«Que el Gobierno apóstata de Turquía sepa que la sangre de los musulmanes que se está derramando por los bombardeos de sus aviones va a convertirse en fuego en su propia casa», se indica en el texto del grupo yihadista.
El ataque tuvo lugar hacia la 01.30 hora local de (22.30 GMT) en la exclusiva discoteca situada en la orilla europea del río Bósforo, donde varios cientos de personas festejaban la llegada del Año Nuevo.
Según el diario turco HaberTürk, el terrorista descargó 180 balas antes de abandonar su arma en el local y darse a la fuga.
Turquía apoya a las facciones rebeldes en Siria y desde agosto pasado participa con carros de combate y aviones de guerra en una operación para combatir al EI en el norte del país vecino.