Un intenso tifón avanza hacia el sur de Japón, con vientos de más de 200 kilómetros por hora y ráfagas de más de 250 kilómetros por hora y fuertes lluvias. Neoguri, como han bautizado a este fenómeno, se encuentra sobre el mar y podría tocar tierra el martes. Aunque no se espera que sea tan devastador como el tifón Haiyán, los meteorólogos advierten sobre sus efectos.
Estamos acostumbrados a escuchar los términos huracán, tifón o ciclón, pero hoy ha resultado sorprendente y no muy agradable oír la palabra »supertifón». ¿Cómo son estos fenómenos? Según explica Atlantic Oceanographic & Meteorological Laboratory, el término «súper tifón» se usa en el Centro Combinado de Avisos para Tifones de los Estados Unidos para referirse a tifones que alcanzan vientos máximos de superficie, sostenidos durante 1 minuto, de 65 metros por segundo. Estos vientos equivalen a los vientos de un huracán en el Océano Atlántico de categoría 4 ó 5 en la Escala de Vientos de Saffir-Simpson, o a los vientos de un ciclón tropical fuerte de categoría 5 en la vecindad de Australia.
El término «huracán intenso» se usa en el Centro Nacional de Huracanes para ciclones tropicales con vientos máximos de superficie, sostenidos durante 1 minuto, de 50 metros por segundo. Estos son vientos equivalentes a los de ciclones tropicales de categoría 3, 4 ó 5 en la Escala de Vientos Saffir-Simpson.
¿Qué es un ciclón?
Tanto los tifones como los huracanes y los ciclones son el mismo tipo de sistemas, tormentas tropicales, y «solo se diferencian por el lugar en el que se producen. Serán huracanes si comienzan en el Atlántico norte y tifones o ciclones cuando azotan al Pacífico oeste», tal y como cuenta el portavoz de la Agencia de Meteorología Estatal (Aemet), Fermín Elizaga.
Fuertes vientos que arrasan con todo lo que está a su paso, lluvias torrenciales e inundaciones, son las características de estos fenómenos. Además, «se caracterizan también por alcanzar vientos superiores a los 118 km/hora», matizaba Elizaga.
Las causas de los huracanes pueden ser muy distintas. La temperatura del agua del mar tiene que estar por encima de los 28 grados, vientos débiles a niveles altos o que las nubes de tormenta se encuentren con bajas presiones. Estas son tres condiciones que provocan los temidos tifones o huracanes.