La oposición de izquierda ganó este domingo las elecciones suecas con el 43,6% de los votos frente al 39,3% de la Alianza de centroderecha del primer ministro, el conservador Fredrik Reinfeldt, escrutados los votos del 89 por ciento de los distritos electorales.
El Partido Socialdemócrata fue el ganador de los comicios, con el 31,1 por ciento, por delante del Partido Moderado (conservador), con el 23,1, y del ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), que duplica sus votos hasta el 13% y se convierte en tercera fuerza.
Al igual que los conservadores, que perdieron una cuarta parte de su apoyo, los otros tres componentes de la Alianza lograron peores resultados que hace cuatro años.
El Partido Centrista obtuvo el 6,2%, mientras que los liberales cayeron al 5,4 y los cristianodemócratas, al 4,6 por ciento.
El Partido del Medio Ambiente bajó al cuarto puesto con el 6,8 por ciento y el Partido de la Izquierda obtuvo el 5,7 por ciento, un resultado similar al de 2010.
La formación de izquierda Iniciativa Feminista, a la que los primeros sondeos colocaban por primera vez en el Parlamento, se queda fuera de forma provisional con el 3,1 por ciento.
El triunfo deja al líder socialdemócrata Stefan Löfven muy cerca de recuperar el poder para su partido, tradicional dominador de la política sueca, después de 8 años, aunque en condiciones precarias: su resultado está lejos del objetivo del 35% y es sólo unas décimas mejor que el de 2010, el peor en un siglo.
Reinfeldt ha prometido durante la campaña que presentaría su dimisión en caso de que la oposición fuese la minoría más votada para minimizar la influencia de SD, al que el resto de partidos boicotea.
Pero la subida de la ultraderecha refuerza su papel de árbitro y permite prever una legislatura complicada para un hipotético gobierno de izquierda.
La intención proclamada de Löfven es gobernar con los ecologistas, pero el resultado le obligará a recurrir también al Partido de la Izquierda, del que se había querido distanciar para ofrecer una imagen de moderación.
La campaña electoral ha estado marcada por temas como el empleo, la gestión privada de los servicios públicos, la sanidad, la educación y la inmigración.
La Alianza ha apelado a la continuidad y a las buenas cifras macroeconómicas, además de incidir en la falta de unidad de la oposición, mientras que ésta ha atacado al gobierno por el aumento del paro, las rebajas fiscales y los recortes sociales, aunque sólo defiende pequeñas modificaciones de esa política.
Un parlamento a la italiana
Ni el bloque de centro-derecha liderado por el primer ministro Fredrik Reinfeldt ni el de centro-izquierda que encabeza el Partido Socialdemócrata Sueco (SD) podrán formar gobierno tras las elecciones legislativas de este domingo, según las encuestas, con lo que el país parece avocado a una crisis política «a la italiana» y a una posible repetición de los comicios.
La última encuesta, publicada el viernes por »Aftonbladet», da como ganador al SD, principal partido de la oposición, con un 31,1 por ciento de los votos, y estarían secundados por Los Verdes, que obtendría en toron al 8 por ciento.
Por otro lado, la Alianza por Suecia, gobernante, cuenta con el Partido Moderado de Reinfeldt (22,8 por ciento), el Partido del Centro (5,8 por ciento), el Partido Popular Liberal (5,5 por ciento) y el Partido Cristianodemócrata (5,4 por ciento), con lo que sumaría el 39,5 por ciento de intención de voto.
Con estas cifras, ninguno de los bloques tendría una mayoría parlamentaria suficiente para formar un gobierno estable y tendrían que hablar con otros partidos hasta ahora ajenos al poder como el xenófobo Demócratas Suecos (11,1 por ciento), el doble que en las últimas elecciones. Los líderes políticos tradicionales han insistido en que no pactarán con los populistas, pero la aritmética parlamentaria podría hacerles cambiar de opinión.
Otras opciones serían el Partido de la Izquierda (5,7 por ciento de intención de voto) y la Iniciativa Feminista, una formación hasta ahora extraparlamentaria, pero que se encuentra ya a sólo una décima de alcanzar el 4 por ciento fijado por la legislación electoral para conseguir representación.
La entrada de Iniciativa Feminista en el Parlamento revolucionaría el panorama político sueco y privaría a los Demócratas Suecos de su influencia. La Iniciativa Feminista, si obtiene diputadas, apoyaría al bloque de izquierda y ecologista, según ha señalado su líder, Gudrun Schyman, quien decía esta semana que su partido «secundaría un cambio de gobierno».