En Cleveland el rostro de la injusticia es el pequeño Tamir Rice, un niño negro de 12 años que tenía una pistola de juguete que la policía confundió con una de fuego real y que le costó la vida.
La policía acudió tras recibir una llamada que alertaba de la presencia de un joven con un arma. Tras la polémica en torno a su muerte, los agentes difundieron un vídeo para defender su polémica actuación con el joven. Las imágenes muestran al niño caminando por una acera y jugando con una pistola con la que apuntando a un transeúnte con el objeto y más tarde se sienta en una glorieta del parque.
En ese momento, un patrulla estaciona y un policía sale del lado del acompañante con un arma en mano e inmediatamente dispara a Rice mientras éste camina hacia el coche. A pesar de la corta duración del incidente, policías de Cleveland dijeron que Rice ignoró las órdenes de levantar los brazos y que parecía que iba a agarrar algo de su cintura antes de que se le disparara.
«Se le ordenó tres veces que levantara las manos«, dijo a la prensa el subjefe de policía Edward Tomba.
La policía de Cleveland también publicó el audio de una llamada al 911 recibida antes de que los oficiales se dirigieran al sitio en la que un hombre decía que una persona, probablemente menor de edad, tenía en la mano una pistola que él sospechaba era de juguete.
«Hay un chico con una pistola . Probablemente es falsa pero está apuntando a todos», dijo el hombre. Sin embargo, desde la central no se le dijo a los oficiales que la pistola probablemente era un juguete ni que el sospechoso era menor, según el video.
La policía de Cleveland identificó al policía que mató a Rice como Timothy Loehman, blanco de 26 años de edad. Loehman, quien se unió a la fuerza en marzo, y el otro oficial que estaba conduciendo están suspendidos mientras se investigan los hechos.