La compañía británica Cobalt Light Systems ha recibido la aprobación europea para implantar su revolucionario escáner de botellas Insight100, que permitirá a los pasajeros de aviones volver a transportar artículos líquidos de más de 100 ml, acabando por fin con el engorro de su veto en los vuelos.
Con la luz verde de las autoridades, los aeropuertos podrán volver a permitir que los pasajeros lleven en cabina elementos como agua, cosméticos, perfumes, etc. En cualquier caso, la actual prohibición de llevar botes de líquidos de más de 100 ml en el equipaje de mano deber ser levantada solamente cuando los aeropuertos sean capaces de detectar las amenazas con eficacia, rápidamente y sin necesidad de abrir los envases. Para ello, el revolucionario dispositivo puede revisar las botellas en menos de 5 segundos para determinar si existe una amenaza a la seguridad.
El escáner Insight100 superó el estándar de la European Civil Aviation Conference para su uso en los aeropuertos, con una capacidad de detección casi perfecta y una tasa de falsas alarmas insignificante, en envases cerrados, lo que garantiza la máxima seguridad para los pasajeros con el mínimo retrasos.La clave del dispositivo es una tecnología patentada llamada Spatially Offset Raman Spectroscopy (SORS). Esta tecnología nació como una técnica revolucionaria capaz de investigar el tejido debajo de la piel de los pacientes, y su desarrollo le ha encontrado una nueva aplicación en seguridad.
Lo que hace especial a este escáner – que distribuye Target Tecnología, S.A. para España y Portugal – es su capacidad de identificar explosivos sin errores dentro de botellas opacas, tales como recipientes de champú de plástico de colores, o las botellas de vino de vidrio verde.Otros sistemas no identifican con precisión la amenaza de manera fiable y pueden dar lugar a un gran número de falsas alarmas o pasar por alto amenazas reales.
El sistema ya está actualmente en pruebas en varios aeropuertos europeos. Cobalt Light Systems fue creada en 2006 para desarrollar la tecnología nacida en el Rutherford Appleton Laboratory (RAL) operado por el Science and Technology Facilities Council británico.
La restricción de portar líquidos en la cabina de los aviones se introdujo tras un fallido atentado de al-Qaeda en agosto de 2006, en el que intentaron derribar varios aviones que despegaban de Londres hacia EEUU. Los terroristas planearon utilizar explosivos líquidos introducidos en la aeronave dentro de botellas.