Cientos de páginas de Facebook utilizan la Lotería Nacional como herramienta para sus sorteos, una práctica ilegal.
Facebook cuenta con más de dos mil millones de usuarios activos en todo el mundo. Es decir, se trata de la plataforma perfecta para que haya páginas de apuesta de apuestas ilegales.
Suelen sortear teléfonos móviles, juguetes, videoconsolas o dinero en efectivo, hasta las 5.000 libras (unos 4.400 euros), según una investigación del diario británico The Times.
Este sistema aprovecha pequeñas apuestas, que van desde 50 peniques hasta 20 libras, con las que los administradores de las rifas ilegales tientan a los usuarios, recibiendo parte de estas ganancias e incluso, en algunos casos, quedándose con todo el dinero. Se han detectado unos 100 grupos, entre los que figuran cuentas con hasta 2.000 miembros.
Desde la Comisión de Juego británica advierten que los juegos ilegales se han multiplicado por diez en los últimos tres años. Todo esto, con el agravante de que las direcciones de Paypal, los nombres de los administradores e incluso los detalles bancarios a menudo son visibles en la red social.
Una dura lucha
La Asociación de Ligas Europeas (EPFL) ha acordado la creación de una plataforma por la integridad, para combatir los amaños y las apuestas ilegales, que permitirá a éstas intercambiar información sobre sus iniciativas en la materia y compartir buenas prácticas.
En opinión de las ligas, cualquier actuación en este sentido debe basarse en cuatro pilares: la prevención a través de la educación, la adopción de medidas adecuadas de investigación y monitorización, la imposición de sanciones apropiadas contra actitudes de fraude y el establecimiento de una estrategia legal.
¿Qué ocurre en España?
En España se considera una empresa de apuestas ilegal o una apuesta ilegal aquella que no tiene la correspondiente licencia estatal para poder operar en un juego determinado. Si una empresa realiza apuestas sin tener licencia para ello será sancionado administrativamente.
Cuando la empresa o juego carece de la licencia correspondiente y, además, causa daño a determinadas personas, el Código Penal castiga como reos de estafa a aquellos que se lucren económicamente llevando a engaño a otras personas.