Se ha dado un paso en la guerra en Yemen. Nadie está a salvo, ni siquieras las familias que se refugian del terror. Al menos 45 personas murieron este lunes y 65 resultaron heridas en un ataque aéreo que golpeó el campamento de Al-Mazrak.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), «se contabiliza 45 muertos entre los desplazados (y) 65 heridos», tal y como ha señalado indicó el responsable de prensa Joel A. Millman. En estos momentos 75 trabajadores de la OIM se encuentran en el campamento para ayudar a las víctimas del ataque.
Desde el jueves pasado, una coalición de nueve países árabes, liderados por Arabia Saudita, lleva a cabo ataques aéreos en Yemen contra los rebeldes chiitas Hutíes respaldados por Irán. Kuwait, Bahrain, Qatar, Jordania, Marruecos y Sudán aseguran que sus aviones de combate también participaron en los bombardeos del 26 y 27 de marzo. Pakistán y Egipto han ofrecido apoyo naval y EEUU suministró datos de inteligencia apoyo logístico.
La capital Saná fue blanco de los ataques aéreos durante la noche, y las incursiones, que parecían apuntar a la zona diplomática de la ciudad, continuaron en la mañana. Todavía se desconoce la autoría del ataque aéreo, y hay fuentes oficiales del país que culpan incluso a los hutíes del mismo.
No es un error
«Ha sido un ataque», fue la contundente denuncia de Pablo Marco, responsable de Médicos Sin Fronteras (MSF) para Oriente Medio, para quien probablemente termine habiendo «más muertos».
Varios testigos indicaron que las ambulancias tienen dificultades para llegar al campamento por culpa de los bombardeos de la coalición. Según fuentes de la administración local, el campamento atacado se encuentra a menos de 10 kilómetros de un cuartel militar.
Las instalaciones acogen desde 2009 a yemeníes desplazados por el conflicto entre los milicianos hutíes (chiitas) y el gobierno central. Según MSF, medio millar de nuevas familias habían llegado al lugar en los dos últimos días.