90 migrantes han muerto en un naufragio en el mar en el primer aniversario del acuerdo entre Italia y Libia. El barco ha volcado mientras navegaba por el Mediterráneo este viernes y algunos cuerpos han llegado a la costa del país africano. Diez cadáveres han aparecido en la playa y han dado la voz de alarma, eran dos ciudadanos libios y ocho paquistaníes.
El suceso es uno más de los ocurridos día tras día en aguas europeas, en los continuos intentos de los migrantes por alcanzar Europa. Sin duda, el país que más tiene que encarar esta situación es Italia, lo que le llevó a firmar un acuerdo con Libia con el objetivo de que “contuviese el flujo migratorio”. Un pacto que cumple un año.
En el 2017 hubo menos llegadas y menos muertos, pero lo cierto es que las rutas no se han cerrado. A esto se añade las continuas denuncias por violencia y tortura en los países de tránsito de los inmigrantes, como es el caso de Libia, donde la comunidad internacional ha puesto el foco los últimos meses.
El acuerdo entre Trípoli y Roma prevé medidas para “luchar contra la inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos” algo que no parece haber funcionado. Según señala el acuerdo, Italia se encargaría de “dar apoyo y financiación a programas de desarrollo en las regiones libias afectadas por la inmigración ilegal” además de otorgar “soporte técnico y tecnológico” a la Guardia Costea libia, que se encarga de frenar las salidas.
Esto se tradujo en el apoyo financiero no solo a medidas concretas en el país, sino de ayuda a las fuerzas de seguridad que están desplegadas en las aguas libias. Italia financió con un fondo de 200 millones de euros el control migratorio por parte de Libia y entrenó a 153 guardacostas y militares libios para que evitasen que las barcazas llegasen a territorio europeo.
Las ONG criticaron duramente este acuerdo, y el apoyo que dieron a las fuerzas de seguridad de Tripoli que están desplegadas en el Mediterráneo. La ONG ProActiva Open Arms denunció la actuación de la Guardia Costera que llegó a disparar al aire para evitar uno de los rescates llevados a cabo por ‘Astral’, el buque de la organización.
Sucedió ayer 8:30am en aguas internacionales. Patrullera guardacostas Libios, formados y financiados #UE, amenaza y dispara #OpenArms pic.twitter.com/tYqeBDFclF
— PROACTIVA OPEN ARMS (@openarms_fund) 8 de agosto de 2017
Otro de los incidentes se produjo con la ONG Sea Watch, que denunció maniobras libias para impedir que un grupo de inmigrantes se subiera a un bote de emergencia. La operación acabó con cinco fallecidos. La embarcación usada por los libios era la »Ras Jadir», una de las donadas por Italia a las autoridades, sobre las que además también pesan acusaciones de complicidad con los traficantes.
Frontex lanza ‘Themis’
La agencia de fronteras de la UE, Frontex, ha lanzado este jueves la operación »Themis», que sustituye a »Tritón», con una diferencia bastante importante: las personas rescatadas no tendrán que ir a Italia, admitiendo una de las reivindicaciones del país.
La operación anterior imponía el traslado a los puertos italianos de los rescatados en el Mediterráneo, incluso en el caso de que otro país de la UE se encontrara más cerca. Italia ha luchado contra esta medida y ha reclamado mayor solidaridad de sus socios comunitarios para hacer frente a la ola migratoria.
»Themis» durará un año y se evaluará cada tres meses. Su trabajo se extenderá hasta el sur del mar Adriático pero sus barcos no podrán navegar a más de 24 millas náuticas de la costa, frente a las 30 con las que contaba Tritón.
Más de 600.000 inmigrantes y refugiados han llegado a Italia en los últimos cuatro años. Desde 2014, se ha conseguido salvar a 38.000 personas, a pesar de que no se trata de una operación de búsqueda y rescate. Italia llegó a un acuerdo el año pasado con Libia para ayudarle en la lucha contra las mafias que operan en el Mediterráneo.