El balance de víctimas por el brote de gripe aviar en China ha ascendido a 33 muertes y 130 casos, según ha informado este domingo la Comisión Municipal de Salud y Planificación Familiar de Shanghai (SMHFPC).
El número de fallecidos ha aumentado después de que una mujer de 83 años de edad muriera el pasado sábado a causa del virus H7N9 en un hospital de Shanghai, de acuerdo con la agencia de noticias oficial de China, Xinhua.
Los análisis clínicos han revelado coincidencias significativas entre el virus H7N9 y las muestras recogidas de cientos de aves de corral que estaban a la venta en varios mercados avícolas de las provincias afectadas.
Las autoridades chinas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han coincidido al subrayar que la gripe aviar es altamente contagiosa entre animales, pero no entre humanos, a pesar de lo cual hay decenas de personas en observación por haber estado en contacto con los enfermos.
La comisión conjunta del Gobierno chino y la OMS que se está encargando de investigar el brote de gripe aviar ha indicado que los enfermos seguramente se contagiaron por el contacto directo con las aves o por el medio ambiente.
La OMS ha alertado de que esta cepa de gripe aviar es «una de las más letales» y ha señalado que la situación sigue siendo «compleja, difícil y cambiante» debido a este virus «extraordinariamente peligroso».
La Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar (NHFPC) ya ha empezado a desarrollar vacunas contra el virus H7N9, aunque no llegarán hasta dentro de siete meses. Las autoridades sanitarias han aclarado que solo será necesaria si se propaga entre humanos.