Los dos milicianos intentaban entrar en la sede de la Presidencia disfrazados de militares. Fueron acribillados a tiros por las fuerzas de seguridad, tras la explosión de dos coches bomba, uno de ellos activado por los disparos de la propia Policía, tras ser lanzado sin control por uno de los atacantes.
«La Policía sospechaba de este vehículo, que iba a toda velocidad. Disparó contra él y explotó delante de los hoteles que se encontraban cerca del palacio presidencial», según ha confirmado el comandante Mohamed Hussein.
Se trata de la segunda semana consecutiva que la ciudad vuelve a ser presa de la violencia, después del ataque perpetrado el pasado fin de semana por la organización terrorista Al Shabaab, y que costó la vida a seis personas.
Se sospecha que los dos milicianos fallecidos pertenecían a esta organización, que todavía no se ha pronunciado.