Los cinco islamistas que fueron liberados a cambio de Bowe Bergdahl ya han llegado a Qatar, donde les han recibido con gran ilusión. La cúpula talibán recibió el pasado fin de semana con entusiasmo la liberación de cinco líderes insurgentes en poder de EEUU y que fueron intercambiados por el único prisionero estadounidense cautivo en Afganistán.
«Felicitamos de corazón a toda la nación muyahidín, en particular a todas las amistades y familiares de los cinco líderes talibanes liberados y que permanecieron los últimos 13 años encarcelados en la prisión de Guantánamo», afirmaron los insurgentes en un comunicado.
«Su liberación ha llegado por la benevolencia de Dios Todopoderoso y los sacrificios de los heroicos y valientes muyahidines del Emirato Islámico de Afganistán (nombre con el que era conocido el país durante el período talibán)», se indica en la nota.
El Gobierno de Qatar se ha comprometido a vigilar de cerca a los cinco islamistas y, además, a comprobar que se cumplen las prohibiciones de viaje exigidas, es decir, que no salgan del emirato. No obstante, se ha extendido la preocupación en Estados Unidos ante la posibilidad de que esa garantía finalmente no se cumpla.
No es, de hecho, la primera vez que ocurre: Jaralá al Marri, un expresidiario de Guantánamo, fue liberado por el Gobierno estadounidense en 2008 y enviado a Qatar con la misma garantía: que no se le permitiría viajar al extranjero.
No obstante y para disgusto de Washingto, consiguió volar a Reino Unido hasta en dos ocasiones, hasta que fue detenido y posteriormente, deportado.