En su comunicado fundacional publicado ayer, el MIA explica que «los miembros, notables y combatientes del ala moderada de Ansar Dine, tras varios días de debates y de concertación, han decidido el 23 de enero de 2013 apartarse de Ansar Dine y de cualquier grupo terrorista». Asimismo, afirma «de la forma más solemne que se desmarca totalmente de cualquier grupo terrorista, condena y rechaza toda forma de extremismo y terrorismo y se compromete a combatirlos».
Ag Intallah, que ejerció como representante de Ansar Dine en las conversaciones con el Gobierno maliense en Burkina Faso, ha confirmado en declaraciones a Reuters la creación de este nuevo grupo y ha asegurado que está dispuesto a buscar una solución negociada al conflicto en Malí.
«Queremos hacer nuestra guerra y no la de AQMI», ha afirmado Ag Intallah por teléfono, en referencia a Al Qaeda en el Magreb Islámico, uno de los grupos islamistas que junto a Ansar Dine y el Movimiento para la Unidad de la Yihad en Africa Occidental (MUYAO) controlan el norte de Malí desde la primavera pasada.
«Tiene que haber un alto el fuego para que pueda haber conversaciones», ha defendido desde Kidal, un bastión tuareg en el noreste del país tomado por Ansar Dine el año pasado. «El objetivo es hablar sobre la situación en el norte», ha precisado.
Según ha dicho, el nuevo grupo, que tendrá su base en Kidal, ha estado en contacto con mediadores en Burkina Faso y con las autoridades argelinas. Asimismo, ha precisado que lo que buscan es mayor autonomía y no la independencia del norte de Malí.
Ag Intallah no ha querido ofrecer una cifra de sus partidarios, ya que ha señalado que la lista todavía se está formando, pero ha asegurado que la mayoría de los malienses en las filas de Ansar Dine se han unido a su facción. Asimismo, ha dicho que algunos miembros del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), el principal grupo rebelde tuareg, también se han unido al MIA.
Ansar Dine formó una alianza vaga con AQMI y con el MUYAO para imponer la sharia en el norte de Malí. Los negociadores internacionales han intentado romper la alianza islamista, ofreciendo conversaciones a Ansar Dine y al MNLA con la condición de que rompieran con AQMI.
Sin embargo, las negociaciones preliminares, en las que participó Ag Intallah, se rompieron el mes pasado después de que Ansar Dine dio por acabado el alto el fuego, en medio de informaciones sobre división en sus filas entre los moderados que querían una solución política y los radicales, muy vinculados a Al Qaeda.
Fue entonces cuando comenzó la ofensiva islamista hacia Bamako que ha obligado a Francia a lanzar una operación de apoyo al Ejército maliense para ayudarle a recuperar el control del norte de su territorio.
Precisamente, en su comunicado de ayer el MIA pide al Gobierno maliense y a Francia que cesen las «hostilidades» en las zonas bajo su control, Kidal y Ménaka. Asimismo, pide a Bamako y París que «creen un clima de paz» para que pueda establecerse «un diálogo político incluyente».