Las autoridades macedonias habían solicitado una orden de captura internacional contra los sospechosos, con edades comprendidas entre los 23 y los 40 años, a quienes vigilaba a raíz de dos operativos realizados en 2015 y 2016.
«Macedonia está obligado a perseguir a los nacionales que hayan participado como combatientes extranjeros en los campos de batalla de Siria e Irak a su regreso al país, observando las leyes nacionales e internacionales, así como los derechos y libertades fundamentales», reza la nota ministerial, recogida por la agencia de noticias MIA.
El Gobierno macedonio estima que más de 100 de sus ciudadanos han viajado a Siria e Irak como combatientes extranjeros, de los cuales unos 20 han muerto. A su regreso, se enfrentan a hasta diez años de cárcel.