Aquella fatídica mañana del 11 de marzo de 2004, Madrid vivió su día más negro. Diez explosiones simultáneas en cuatro trenes de cercanías, en plena hora punta de la mañana, quitaron la vida a 191 personas y dejaron a 1.858 heridas.
El atentado perpetrado por una célula local de Al Qaeda se convirtió en el segundo mayor de la historia en Europa. Tras ocho años, el atentado del 11M es el segundo peor ocurrido en el mundo desde el año 2002, según el informe »Índice Global de Terrorismo», elaborado por el »Institute for Economics and Peace» (IEP).
Sólo 20 días después del atentado en Madrid, en unos hechos apenas recogidos por la prensa occidental, la organización terrorista Partido de Nepal – Maoísta (CPN-M) provocaba en varios atentados, dentro de su lucha por derrocar a la monarquía, la muerte de 518 personas y 216 heridos, cifras que lo sitúan como el más sangriento de la última década al frente de la lista.
Sería ese mismo año, 2004, cuando se produciría el tercer atentado más dramático. Un grupo de terroristas musulmanes, la mayoría chechenos, secuestraron a cientos de niños en un colegio en Beslán, en Osetia del Norte (Rusia). El resultado fueron 344 muertos, 171 de ellos menores, mientras que 727 personas resultaron heridas después de un intenso combate entre los secuestradores y las fuerzas de seguridad rusas.
Sin embargo, Irak ha sido el escenario de los atentados más mortales desde 2002. De los 20 peores de la lista del IEP, 11 de ellos ocurrieron en el país de Oriente Medio, todos ocurridos después de la invasión por parte de EEUU. Es su capital, Bagdad, el lugar más peligroso del mundo, con seis atentados que dejaron cientos de víctimas. India, Nigeria, Indonesia y Afganistán completan la lista junto al ataque terrorista en Londres en 2005.
Hay que tener en cuenta dos consideraciones. La primera, metodológica. Aunque el número de fallecidos en otros atentados sea superior, por ejemplo, al del 11M, el IEP realiza su estudio teniendo en cuenta más factores no solo cuantitativos: daños a la propiedad, el impacto, la cohesión intergrupal, agravios grupales… son sólo algunos de los baremos que, mediante el cruce de variables, sirven a la organización para elaborar el ránking.
Para más detalles, la organización pone a disposición del público la metodología usada para elaborar el »Índice Global de Terrorismo». Además, queda fuera de la lista el atentado del 11S de 2011 en Nueva York porque el periodo del estudio abarca desde el año 2002.