La ambulancia que llevó a Teresa Romero, la auxiliar de enfermería infectada de ébola, trasladó después de ella a otros 7 pacientes más, según informa el diario El País, después de recorrer Alcorcón durante 12 horas después de llevar a la enferma al hospital. Cuando se confirmó la infección de Teresa, el vehículo fue aparcado y desinfectado.
Según informa este medio, los camilleros del vehículo advirtieron a las autoridades de que la enferma aseguraba tener ébola, pero sus advertencias fueron desoídas. Su aviso no fue tomado en cuenta porque la enferma no tenía suficiente fiebre para hacer saltar las alarmas. Tenía 37,2º de temperatura, y no los 38,6° necesarios para activar el protocolo por posible contagio.
El vehículo sanitario recibió el aviso para recoger a la enferma sobre las 7 de la mañana, y se utilizó para su traslado una ambulancia de tipo convencional, que no tiene protección especial para enfermedades infecciosas.
Esta decisión se tomó porque el dispositivo digital no informaba de que la paciente a recoger tenía ébola. El mensaje en la pantalla rezaba: «Febril, pero se descarta ébola«. Los operarios que trasladaron a Romero en el vehículo no tuvieron la protección necesaria para actuar con enfermos del virus, simplemente guantes, una mascarilla y una bata de papel.
Están bajo observación 83 personas que tuvieron contacto con la enferma, a la espera de que desarrollen síntomas. Hay 6 personas aisladas, entre ellas, un médico que atendió a la enferma, que ha denunciado que el traje de protección que se le dio le quedaba corto, y su marido.