El director de la agencia para Oriente Próximo y el norte de África, Geet Cappelaere, ha denunciado que, aunque es «difícil» verificar las informaciones que llegan desde Sudán, «lo que es seguro es que los niños deben estar protegidos en todo momento contra toda forma de violencia, daño, crueldad y maltrato, ya sea físico o mental».
Los niños, ha añadido «nunca deben ser atacados, ni utilizados, ni explotados», por lo que Cappelaere ha instado a todas las partes a respetar a la infancia y a garantizar su derecho a la educación y a la salud.
UNICEF ha recordado que el coste de vida se ha disparado en Sudán y que escasean el pan y el combustible, lo que se ha traducido en una mayor pobreza para los hogares. En ocasiones las familias se ven obligados a sacar a los niños de la escuela y, según Cappelaere, «hay cada vez más niños que necesitan asistencia sanitaria y nutricional».