El tema ha llegado al Supremo después de un largo recorrido por tribunales inferiores que comenzó en 2018 para conseguir que dichos preceptos del Código Penal, que data de la era colonial, fueran declaradas inconstitucionales.
La ley actual pena el sexo entre hombres con hasta cinco años de cárcel y las relaciones sexuales «en contra del orden natural» y la zoofilia –que aparecen en el mismo artículo– con hasta catorce años.
«Hemos concluido que las provisiones (legales) no ofenden los derechos (de los homosexuales) a la dignidad y a la intimidad (…) No son inconstitucionales», ha anunciado Roselyne Aburili, una de los tres magistrados del caso.
El presidente keniano, Uhuru Kenyatta, sostiene que los derechos de la comunidad LGTBI «no son un tema» en el país africano, ni una cuestión de Derechos Humanos, sino «de nuestra cultura», según informa »The Daily Nation».