A plena luz del día y sin importarles ser detenidos. Así actuaron ayer los dos lobos solitarios que asesinaron a un soldado en Londres. Los dos asesinos iban en un Vauxall Tigra de color azul cuando atropellaron al soldado, después dejaron el coche encima de la acera y degollaron al joven británico.
El asesinato se produjo a plena luz del día, con gente en la calle y ante muchos testigos, que no dudaron en usar sus teléfonos móviles para filmar y fotografiar la escena tal y como se lo sugerían los asesinos.
Los dos hombres armados tenían entre 20 y 30 años y uno de ellos vestía una camiseta de ayuda a los veteranos militares. Varios testigos han explicado a »Sky New»s que los dos atacantes cantaban »Allahu Akbar» (Alá es grande) mientras agredían al hombre y que pidieron a varios transeúntes que tomaran fotos. Uno de ellos incluso aparece en un vídeo poco después del crimen, ensangrentado y con cuchillos en las manos, antes de que la Policía le abatiese.
«Juramos por el todopoderoso Alá que nunca dejaremos de combatiros», proclama el individuo, que se dirige a la cámara mientras mantiene en sus manos llenas de sangre dos cuchillos, con los que presuntamente ha matado al otro hombre, que aparece tirado en el suelo a unos metros.
El presunto autor también pidió perdón a las «mujeres» por haber sido «testigos» de lo sucedido. «Pero en nuestra tierra nuestras mujeres tienen que ver lo mismo», sostiene. «Vuestro pueblo nunca estará seguro. Derribad a vuestro gobierno, no se preocupa por vosotros», concluye el hombre, visiblemente alterado ante la cámara.