En este sentido, el Ejecutivo de David Cameron ha instado a los ciudadanos británicos a estar «vigilantes» ante posibles riesgos, aunque ha matizado que se trata de una «amenaza generalizada». «El Gobierno seguirá reflejando cualquier amenaza específica creíble en sus alertas de viaje», ha informado el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Reino Unido ya elevó en agosto su nivel de alerta antiterrorista –hasta el segundo más alto– precisamente por los riesgos derivados de la actividad islamista en Irak y Siria y, en particular, por la posible vuelta de combatientes.