Por el momento no hay informaciones sobre víctimas o daños materiales, y las autoridades no han emitido tampoco una alerta de tsunami tras el seísmo.
En 2011, un terremoto de magnitud 9 y posterior tsunami se saldó con cerca de 15.800 muertos y 2.500 desaparecidos en el país, desencadenando además una crisis nuclear en Fukushima, la peor desde el desastre de Chernóbil.