Guven inició su huelga de hambre hace 200 días para exigir el fin del encarcelamiento en aislamiento de Ocalan en la cárcel de Imrali, una isla situada cerca de la ciudad de Estambul.
Durante la jornada, Ocalan ha solicitado a través de una carta leída por sus abogados que esperaba que «los camaradas que se han comprometido con las huelgas de hambre pongan fin a su protesta».
«Os quiero y os lo agradezco. Espero que sigáis caminando firmemente conmigo», ha señalado el líder del PKK en su misiva, según ha recogido la cadena de televisión kurda Rudaw.
Horas después, Guven ha indicado a través de un mensaje que ponía fin a la huelga de hambre, ya que la misma ha alcanzado sus objetivos. Las autoridades turcas autorizaron recientemente a Ocalan volver a recibir visitas de sus abogados.
Ocalan se reunió el 2 de mayo con sus abogados por primera vez desde 2011. Días después, el Gobierno anunció que retiraba la prohibición sobre futuras visitas al líder del PKK por parte de su equipo legal. Este miércoles se produjo un segundo encuentro.
El líder del PKK fue condenado en 1999 a cadena perpetua tras un nuevo dictamen que suspendió la pena de muerte que pesaba sobre él hasta entonces. Lleva 20 años en la cárcel. Se encuentra en buen estado de salud, según su hermano Mehmet, que le visitó el pasado 12 de enero.
En las últimas dos semanas se han registrado varios enfrentamientos entre el Ejército y el PKK que se han saldado con la muerte de al menos siete militares. Ankara ha bombardeado además posiciones del grupo en el norte de Irak.
El Ejército turco ha intensificado sus operaciones contra el PKK tanto en el país como en el norte de Irak desde que quedó roto el alto el fuego entre el Gobierno y el grupo armado en julio de 2015.
La ruptura del alto el fuego tuvo lugar poco después de que Gobierno y guerrilla firmaran los conocidos como acuerdos de Dolmahbace para avanzar en las conversaciones de paz y tras la histórica entrada en el Parlamento turco del pro kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP).
Más de 40.000 personas, en su mayoría kurdos, han muerto desde que el PKK se alzó en armas contra las fuerzas gubernamentales en 1984. El grupo está considerado organización terrorista por Turquía, la UE y Estados Unidos.